El Carlismo: cosas de vestir

Solo hemos tenido que esperar al mismo día en el que el jefe supremo del cortijo soriano se elevaba al estrado de su bautismo como emperador autonómico para enterarnos que era un sanchista converso. Dicen que Susana Díaz sigue buscando en la RAE aquellas palabras de Martínez de “no soy el candidato de Ferraz ni de nadie".

Los “carlistas” no socialistas que le auparon al cielo cinco veces seguidas, también seguirán buscando explicaciones al supuesto “falso mantra de que Castilla y León es de derechas” tras devengar las urnas los peperos durante casi 40 años seguidos. Vaya, vaya… será que el nuevo sanchista lidera el chiringuito de la capital exclusivamente gracias a los votos de la izquierda…

En su carta inaugural, de cuello vuelto y cuero, se reconoció como socialista mientras recordaba al fundador de su partido, mendigó dejar atrás las camisetas provinciales e incluso le dio tiempo a dar las gracias a los sindicatos. Parecía deseoso de haber acabado el discurso con la palestina alzada al hombro cuando gritó por la República.

Señor Martínez, le recuerdo una cita del fundador de las casas del pueblo al que usted lloró con tanto ahínco en el festín palentino: “quienes contraponen liberalismo y socialismo, o no conocen el primero o no saben los verdaderos objetivos del segundo”. Le pregunto: ¿cómo se llama a quienes privatizan todos los servicios públicos de una administración -salvo el cementerio-?, ¿Cómo se llama a quienes fomentan los pelotazos urbanísticos?, ¿Cómo se llama a quienes ni si quiera tienen aprobado un plan de igualdad entre sus propios trabajadores?, ¿Socialistas?, ¿Liberales? Yo no tengo la respuesta tal cual voy vestido. Quizá para descifrarlo deba dejar atrás el cuello vuelto y la palestina para emplumarme el traje y la corbata de la fachosfera.

Señor Martínez, le pregunto: ¿cómo van a “dar una respuesta a esos territorios invisibles y olvidados” para “cortocircuitar esa fachoesfera” si usted ha sido el primero en pedir a los suyos que dejen atrás las camisetas provinciales? El 28 de diciembre de 2024 confesó al medio en el que escribo que “mi compromiso está aquí”. Claro… Quizá fuere porque era el día de los inocentes. O quizá fuere porque se acordará de Soria con la camiseta sanchista de las ayudas al funcionamiento. O quizá fuere… porque simplemente ya se ha cambiado la chaqueta.

Y por último, Señor Martínez, le pregunto: ¿el saludo acogedor del domingo a UGT y a su dedazo Lozano también incluía a aquellos representantes sindicales del Ayuntamiento de Soria que obligó a que dimitieran por su obsesión de politizarles en contra de los intereses de los derechos de los trabajadores que usted tanto siente?

Habemus Carlos.