¿Cómo se fundó la Casa de los Doce Linajes de Soria? Conoce su historia y sus curiosidades
Gracias a la Ley de Asociaciones de 2002 y la Constitución de 1978, los linajes tienen la posibilidad de reanudar sus actividades, lo que permite soñar con un nuevo capítulo en esta histórica institución.
La Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria es una de las instituciones más antiguas y fascinantes de la ciudad. Su origen, según cuenta la propia Casa en su web, se remonta a la época de la repoblación de Soria por el Rey Alfonso I de Aragón, aunque algunos estudiosos señalan que pudo haber sido bajo los reyes Alfonso VII o Alfonso VIII. Lo que sí está claro es que los Doce Linajes fueron una parte fundamental de la nobleza soriana y, a lo largo de los siglos, tuvieron privilegios que les otorgaron una gran importancia en la vida de la ciudad.
Los Doce Linajes eran un grupo de caballeros que, a diferencia de los nobles comunes, gozaban de una categoría especial. Se les conocía como Caballeros Hijosdalgo Notorios, lo que les daba una posición de privilegio dentro de la sociedad. Algo que destacaba de esta corporación es que no existían jerarquías entre los miembros: todos eran iguales, con el mismo nivel de nobleza. Esta igualdad quedaba reflejada en sus escudos de armas, que se pintaban en un círculo alrededor de un caballero armado, como símbolo de su unidad.
Entre los privilegios más importantes que tuvieron los Doce Linajes estaba el de portar el Pendón del Concejo de Soria, una especie de bandera que solo los caballeros más importantes podían llevar. También ocupaban las alcaldías más prestigiosas de la ciudad y, con el paso de los siglos, continuaron desempeñando cargos honoríficos, como regidores, procuradores en Cortes y escribanos. Además, tenían derechos sobre tierras importantes, como la famosa dehesa de Valonsadero, un bien muy apreciado en la provincia.
Uno de los privilegios más conocidos era el derecho de los Linajes a proteger a la realeza en tiempos de guerra, algo que les fue concedido en 1342 por el rey Fernando IV. Además, tenían el derecho a recibir cien arneses de guerra cada vez que un nuevo rey era proclamado en Castilla, un privilegio que se mantuvo hasta los Reyes Católicos.
Con el paso del tiempo, la Casa Troncal no solo fue una institución de nobleza, sino que también jugó un papel político y económico importante. Las reuniones de los Doce Linajes se celebraban en la iglesia de San Miguel de Montenegros hasta que esta fue demolida en 1598. Después, compraron un edificio en la Plaza Mayor, donde actualmente se encuentra el Ayuntamiento de Soria. En la fachada de este edificio aún se pueden ver los escudos de los Doce Linajes.
Sin embargo, a partir del siglo XIX, la Casa Troncal empezó a perder poder. Con la llegada del sistema constitucional en 1836, los Linajes perdieron muchos de sus privilegios políticos y económicos. A pesar de las protestas legales, la Diputación Provincial de Soria les despojó de gran parte de sus bienes, incluida la dehesa de Valonsadero, que pasó a manos del Ayuntamiento en 1862.
A pesar de todo esto, la Casa Troncal nunca desapareció por completo. A lo largo del tiempo, los descendientes de los Linajes han mantenido viva la memoria de la institución y ahora, en la actualidad, una Junta de Descendientes está trabajando para restaurar la Casa Troncal. Gracias a la Ley de Asociaciones de 2002 y la Constitución de 1978, los linajes tienen la posibilidad de reanudar sus actividades, lo que permite soñar con un nuevo capítulo en esta histórica institución.