30 años de generosidad y enriquecimiento mutuo en una de las comarcas más despobladas de Europa

El 14 de enero nueve ayuntamientos constituyeron la Mancomunidad de Tierras Altas. Con esta decisión ponían sus municipios a disposición de varios proyectos de energía eólica para que sus beneficios repercutiesen en todos ellos independientemente de dónde se instalasen. 30 años después son 16 los pueblos que forman parte de la entidad y los, aproximadamente, 1.400 vecinos de todos ellos disfrutan de unos servicios "con los que ni siquiera podrían soñar si no fuera por la fuerza encontrada en la unión", señala el presidente de la Mancomunidad, José Ramón Ruiz.

Raquel Soria, agente de desarrollo de la Mancomunidad, recuerda que "así consiguieron rentabilizar recursos y no entrar en una guerra bajando los precios para convertirse en el municipio seleccionado". Los fondos se reparten entre todos y sirven para pagar la limpieza de los ayuntamientos, un monitor sociodeportivo compartido, la limpieza viaria en invierno o la adquisición de un vehículo de extinción de incendios, entre otros.

La Mancomunidad recibe anualmente 1 millón de euros por el canon que abonan las eólicas. A esto hay que añadir los beneficios por rendimiento de las participaciones que tienen en RWE, empresa matriz a la que pertenecen las sociedades que operan en Tierras Altas. Esto se traduce en un presupuesto anual que, libre de subvenciones, supera los seis dígitos y permite a la entidad mantener una plantilla fija de 13 trabajadores, que se aumenta hasta los 25 durante los meses de verano.

En los últimos años esta plantilla se ha incrementado de forma notable porque la Mancomunidad ha trabajado y peleado por obtener diversas subvenciones. Se han conseguido distintos proyectos, que suman un total de 6 millones de euros que "ahora hay que justificar".

El PIDISTA, 'Tierras Altas pinta mucho', 'Tu próxima compra inteligente', 'Tu compra en Tierras Altas no tiene desperdicio', los DUS 5000, la 'Hacendera solar' y el Plan de Sostenibilidad Turística en Destino pretenden revolucionar a toda la comarca. Julián Hernández, técnico de Turismo de la Mancomunidad, confía en que "esta inyección de dinero tiene que dar resultados y poco a poco dará sus frutos". Va un paso más allá al expresar que "creo que nos convertirá en polo de atracción de empresas y de personas".

Para celebrar los treinta años y "homenajear a quienes tuvieron tan buena idea", el próximo 5 de abril San Pedro Manrique acogerá una "gran fiesta". Un concierto de Mara Row y un posterior vino español servirá para reconocer el trabajo de todos aquellos que confiaron y confían en el poder de lo colectivo.