La decisión, respaldada por PP, Vox, Junts y PNV, reabre el debate entre conservacionistas y ganaderos sobre la gestión de este cánido.
El Congreso de los Diputados ha aprobado hoy la exclusión del lobo ibérico del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE), una decisión que permitirá volver a cazar esta especie al norte del Duero. La medida ha salido adelante con los votos favorables de PP, Vox, Junts y PNV.
Esta controvertida decisión modifica el estatus de protección que el cánido había adquirido en 2021, cuando fue incluido en el LESPRE, prohibiéndose entonces su caza en todo el territorio nacional. Ahora, las comunidades autónomas situadas al norte del Duero podrán implementar medidas de control poblacional que incluyen la caza regulada de ejemplares.
La votación en el Congreso refleja la profunda división que existe en España respecto a la gestión del lobo. Por un lado, el sector ganadero y varias comunidades autónomas han celebrado la medida como una victoria necesaria para proteger su actividad económica.
En Castilla y León, una de las regiones más afectadas, se registraron 3.973 ataques de lobos durante 2024, con un saldo de 5.985 cabezas de ganado muertas. Estas cifras supusieron indemnizaciones por 4,8 millones de euros, según datos oficiales de la Junta de Castilla y León.
La presidenta de Cantabria, que limita con Castilla y León y que comparte manadas de este animal con el territorio castellanoleonés ha calificado la decisión como una "gran victoria" que equilibra la conservación del lobo con la protección de la ganadería extensiva, actividad fundamental para la economía de muchas zonas rurales del norte peninsular.
En el seno de la OPA (organización profesional agraria) ASAJA, donde han venido denunciando constantemente los perjuicios que este cánido ha provocado a las explotaciones ganaderas han valorado positivamente la votación. Donaciano Dujo, presidente de la organización, ha agradecido el apoyo a esta enmienda, mientras ha criticado a quienes se han opuesto.
La OPA ha solicitado a la Junta que comience "de manera inmediata" a trabajar en el nuevo marco normativo. Dujo ha señalado que su satisfacción "no puede ser completa" porque al sur del Duero el lobo mantiene su protección. ASAJA ha insistido en que continuará trabajando para modificar la directiva Hábitat europea.
Según los datos aportados por la organización, desde 2021 los ataques al ganado en Castilla y León han aumentado un 47% y las pérdidas de cabezas un 39%, con una media diaria de 11 ataques y 16 animales muertos, situación que han calificado como "insostenible" para las familias ganaderas.
En el lado opuesto, organizaciones ecologistas como Ecologistas en Acción han mostrado su profunda preocupación por lo que consideran un peligroso precedente para la biodiversidad española. Según estas entidades, la desprotección del lobo podría facilitar la exclusión discrecional de otras especies protegidas sin el debido respaldo científico.
Los conservacionistas advierten que la caza del lobo no resolverá los conflictos con la ganadería y podría llevar a "matanzas indiscriminadas" que desestabilicen los ecosistemas. Argumentan que esta decisión responde más a presiones políticas que a criterios científicos sobre la conservación de la especie.
La exclusión del lobo del LESPRE tendrá efectos inmediatos en la gestión de esta especie, especialmente en las comunidades autónomas del norte peninsular, donde las poblaciones son más numerosas. Estas regiones podrán ahora establecer cupos de caza y otras medidas de control que estaban prohibidas desde 2021.
Los expertos señalan que será fundamental establecer un equilibrio entre la necesaria protección de la ganadería extensiva y la conservación de una especie clave para el funcionamiento de los ecosistemas ibéricos.