En apenas seis décadas, la provincia ha pasado de las 278.000 hectáreas a las 447.000 actuales, según datos oficiales.
En el Día Internacional de los Bosques, Soria destaca como un territorio privilegiado donde la superficie forestal ocupa el 60% de su extensión, convirtiéndose en una de las provincias con mayor riqueza natural de España.
El crecimiento histórico de los bosques sorianos resulta especialmente significativo: en apenas seis décadas, la superficie forestal arbolada ha aumentado un 60%, pasando de 278.000 hectáreas en los años 60 a las 447.000 hectáreas actuales, según datos del Inventario Forestal Nacional.
La provincia alberga en sus montes más de 37 millones de metros cúbicos de madera, con un incremento del 26% respecto al inventario anterior, lo que demuestra la vitalidad y expansión de sus ecosistemas forestales. Este patrimonio natural no solo contribuye a la conservación de la biodiversidad y la lucha contra el cambio climático, sino que también representa un importante recurso económico.
El aprovechamiento sostenible de los recursos forestales sorianos queda patente en las cifras de 2019, cuando se cortaron casi 325.000 metros cúbicos de madera en la provincia. Este nivel de extracción, compatible con el crecimiento continuo de la masa forestal, ejemplifica el equilibrio entre conservación y desarrollo económico que caracteriza la gestión forestal en Soria.
La tendencia positiva en la evolución de los bosques sorianos confirma el éxito de las políticas de conservación y restauración implementadas en las últimas décadas, consolidando a la provincia como un modelo de sostenibilidad forestal en el panorama nacional.
Castilla y León se posiciona como la región española con mayor superficie forestal en términos absolutos, alcanzando los 5,13 millones de hectáreas de las 9,42 millones que conforman su territorio. Este dato, que representa el 54,5% de la superficie total de la Comunidad, cobra especial relevancia en la conmemoración del Día Internacional de los Bosques que se celebra ahora.
La distribución de esta riqueza natural se divide en 3,2 millones de hectáreas de superficie arbolada y 1,8 millones de hectáreas de superficie desarbolada, según los datos oficiales. El crecimiento sostenido de los bosques castellanoleoneses resulta especialmente significativo: en la última década han aumentado un 6,75%, mientras que desde 1992 el incremento alcanza el 14%.
El Inventario Forestal Nacional revela una transformación notable en seis décadas, con un aumento de casi 1 millón de hectáreas de superficie forestal. La masa arbolada prácticamente se ha duplicado, pasando de ocupar el 20% de la Comunidad al 34,7% actual. Paralelamente, la superficie desarbolada ha disminuido en casi 500.000 hectáreas, reduciendo su presencia del 24,7% al 19,7% del territorio regional.
La Junta de Castilla y León, como gestora de más de 3.500 Montes de Utilidad Pública, ha realizado un importante esfuerzo inversor en la restauración forestal tras los incendios, tanto mediante actuaciones directas como a través de subvenciones para propietarios particulares.
En el marco del Día Internacional de los Bosques, cuyo lema este año es 'Bosques y alimentos', la administración regional destaca el papel crucial de estos ecosistemas no solo en la conservación de la biodiversidad y la lucha contra el cambio climático, sino también como proveedores de bienes y servicios.
Los productos forestales de Castilla y León presentan una creciente demanda, desde los tradicionales como madera, resina o pastos, hasta los cada vez más valorados alimentos del bosque: piñones, setas, trufas y frutos rojos, que representan un importante recurso económico para las zonas rurales de la Comunidad.