En agosto se cumplirán 25 años de un incendio que estuvo a punto de devorar el pueblo. Tardelcuende quiere recordarlo dando voz a los que "lo vivieron y lo sufrieron". Grabarán un cortometraje y celebrarán unas jornadas "con todos".
En Tardelcuende han iniciado el 2025 con la energía necesaria para afrontar doce meses que serán mucho más que eso. Su alcalde, Ricardo Corredor, nos recibe en su despacho, en la primera planta de un Ayuntamiento reformado recientemente. Es todo un veterano de la política provincial, y después de cuatro legislaturas en el cargo sabe que para cambiar las cosas hay que "pelear cada día desde bien temprano".
Corredor nos habla de proyectos importantes para su pueblo. El primero de ellos, gracias a las subvenciones del DUS5000, permitirá el ahorro del 80% de la factura eléctrica en sus servicios municipales. Se trata de la mayor subvención recibida en la historia del pueblo, en total la inversión será de 414.000 euros, y con ella se instalarán paneles solares en las cubiertas del lavadero, el almacén municipal, el cine, el colegio y el centro social. Lo que se complementará con la instalación de sistemas de aerotermia en el colegio, el Ayuntamiento y el cine El Pinar.
Otro, el arreglo del edificio de usos múltiples, que lleva cerrado dos años después de que "se desprendiese un trozo de cubierta y nos diese un susto tremendo durante el último día de ludoteca", explica el regidor. Una inversión de 55.000 euros servirá para reparar el tejado al completo y potenciar el inmueble con "nuevo equipamiento", expresa Corredor. El equipo de gobierno estudia el uso que se le dará al espacio, aunque con total seguridad será compartido. "Podría acoger la sede de la asociación Gaya Nuño, pues la actual se ha quedado pequeña, pero me están pidiendo también un pequeño gimnasio", añade.
Hay otros planes e inversiones previstas para los próximos meses, pero la gran ilusión del equipo de gobierno es la conmemoración de los 25 años del incendio que arrasó, en agosto del 2000, la comarca del Izana. El fuego devastó casi 2.500 hectáreas en el mayor siniestro forestal que recuerda la provincia. En Tardelcuende, las llamas devoraron un total de 800 hectáreas y ahora el pueblo quiere recordar y celebrar "el buen trabajo que se hizo en nuestro monte", afirma Corredor.
Las trabajos de reforestación se extendieron durante cinco años, y todavía faltará algún tiempo -es evidente- para que el resultado luzca en su pleno esplendor.
El primer edil tardelcondense reflexiona en voz alta y expresa que "queremos hacer algo que merezca la pena". Ya han comenzado a moverse para rodar un corto en el que se recoja "el ayer, el hoy y el ¿mañana? de un incendio que nos cambió y que se quedó a 150 metros de nuestras casas". Incluirá también testimonios de quienes lo vivieron en primera persona, por ser del pueblo u obligados por su profesión. Corredor destaca la figura de José Antonio Lucas, jefe del Servicio de Medio Ambiente. "Él trabajó esos días como ingeniero novato, continuó durante los años posteriores al fuego y será quien decida el futuro de los montes recuperados", apunta.
Además del cortometraje, se llevarán a cabo unas jornadas donde los protagonistas y representantes de todas las administraciones "se reunirán para analizar, debatir y celebrar lo que está por venir", porque "sí, todavía hay que darle caña al monte y aquí reconoceremos lo que se ha hecho, pero también reivindicaremos lo que falta por hacer", refiere el regidor. A falta de confirmación, se estudian las fechas entre el 18 y el 27 de agosto
Y es que Tardelcuende tiene mucho que agradecer a su pinar, pues en él se encuentra el principal motor económico del municipio: la resina natural. Hasta 50 personas en temporada alta trabajan en el monte y gracias a ello su escuela ha pasado de estar al borde del cierre en 2009 a recibir cada días a 25 alumnos que "llenan de vida las calles de la localidad". Es un recurso bien aprovechado, fruto de la obstinación de un alcalde que vio claro desde el principio que "iba a servir para crear riqueza en el medio rural".
Tardelcuende dispone de 3.000 hectáreas de monte público. "Ahora mismo todos los pinos están adjudicados", y en 2024 se consiguió sacar de ellos 657.000 kilogramos de resina. No obstante, el alcalde es ambicioso y pretende "ver un día" cómo se sacan un millón de kilos de aquí. Por ello, se ha marcado como objetivo alcanzar acuerdos con los propietarios privados, que disponen de 200 hectáreas y unos 40.000 pinos. "Con ello se podría dar trabajo a 8 ocho resineros", una tarea complicada pero "posible". Esto podría suponer ocho familias más para Tardelcuende y una dosis extra de trabajo para un Consistorio que ya ha rehabilitado 9 viviendas municipales y cree que "con casa y trabajo no se pierde población". Corredor revisa papeles y, antes de despedirnos, anuncia que arreglará 4 viviendas para seguir en ello.