Aumenta la preocupación sobre el puente de Langa: "No está concebido para un tránsito intenso"
Puente de Langa de Duero. /Ayuntamiento de Langa de Duero.
La Diputación Provincial restauró esta infraestructura medieval en 2021 invirtiendo 1,2 millones de euros en reforzar su estructura. Con el desvío del tráfico por el derrumbe parcial del puente de San Esteban, se teme que coches y camiones sean demasiados para su estructura.
El puente medieval de Langa de Duero se enfrenta desde el pasado 10 de marzo a un desafío inesperado: soportar un tráfico para el que no fue diseñado. Tras el derrumbe parcial del puente de San Esteban, se ha convertido en la alternativa obligada para todo tipo de vehículos hasta las 20 toneladas, poniendo en riesgo una infraestructura patrimonial que apenas había recuperado su esplendor tras una restauración llevada a cabo por la Diputación Provincial en 2025.
Benito Serrano, presidente de la Diputación Provincial, ha expresado su preocupación por esta situación sobrevenida que amenaza con deteriorar nuevamente una estructura centenaria. "Eran muy poquitos los camiones que pasaban", recuerda Serrano, evocando la tranquilidad previa al colapso del puente principal. Aquella calma contrasta dramáticamente con el intenso tráfico actual que soporta el puente medieval.
La restauración realizada por la institución provincial, valorada en 1,2 millones de euros y concluida en 2021, se centró principalmente en garantizar la estabilidad estructural del monumento. Esta obra permitió salvaguardar un elemento patrimonial valioso, pero nunca se concibió para resistir el paso constante de vehículos pesados.
El desvío del tráfico hacia esta ruta alternativa ha generado una situación paradójica: la solución temporal al problema de movilidad podría provocar daños irreversibles en otro punto del patrimonio soriano. Aunque Serrano afirma que "miedo no tenemos", inmediatamente matiza que el puente medieval "no es para darle un uso continuo tan intenso", evidenciando la contradicción entre la necesidad inmediata y la preservación a largo plazo.
La preocupación de la Diputación no es infundada. El puente medieval representa un ejemplo notable de ingeniería histórica que ha sobrevivido siglos gracias a un uso compatible con sus características constructivas. Sin embargo, el tránsito actual de vehículos modernos, especialmente camiones de gran tonelaje, supone una amenaza real para su integridad estructural.