La agrupación celebra sus 30 años de vida este sábado en San Pedro Manrique para homenajear a los valientes que creyeron en el vínculo. Hoy, repasamos diez de sus hitos más importantes junto a José Ramón Ruiz Sastre, presidente de la Mancomunidad.
A lo largo de tres décadas “son innumerables los logros conseguidos por la Mancomunidad de Tierras Altas”, afirma José Ramón Ruiz Sastre, presidente de la organización. Creada en 1995, en sus inicios reunía a nueve Ayuntamientos, mientras que hoy ya son 16 los municipios que disfrutan de los beneficios de pertenecer a la Mancomunidad. Los Consistorios de estos 16 pueblos han delegado en ella las negociaciones con las empresas de energías renovables que operan en la zona. Y del dinero que se obtiene “una parte se queda en la agrupación para ofrecer servicios a todos los que pertenecen a la misma, mientras que otra parte se raparte de forma proporcional entre los miembros”, señala Sastre.
De hecho, ahí está la clave del que, para el presidente, es el mayor logro de la Mancomunidad, la unión: “Que una serie de Ayuntamientos se unieran para compartir los beneficios generados por la energía eólica y ponerlo en común es algo único y que no he visto nunca”. Sastre cree que “lograr constituirla es un hecho importantísimo, que todos los municipios se sientan beneficiados, el gran hito es el vínculo”.
A la hora de enumerar el resto de hazañas, el presidente de la agrupación se muestra orgulloso por “haber recibido la acreditación como destino Starlight”. En la provincia solo hay tres puntos con este certificado, “y mientras los otros dos son lugares muy específicos y señalados, esta comarca entera constituye la zona más extensa con este reconocimiento”. Este privilegio no es fácil de conseguir: “Los requisitos para acceder son muy estrictos, cada dos años tienes auditorías, para analizar si lo conservas o no, y a los cuatro años hay que renovarlo. Es algo que va a ser una ayuda de mucho valor para dinamizar el turismo en la zona”.
Si por algo destaca esta sociedad de municipios, es por toda la ayuda y servicios que proporcionan a sus integrantes. Una de las actuaciones más importantes para Sastre en este campo “es la construcción de una red 250 kilómetros de senderos que unen todos los pueblos socios”. Ellos siguen apostando por el turismo, y, para darle vida a estas sendas, “contarán con observatorios de aves, de mamíferos y cuatro miradores estelares”. La obra “está llegando a la recta final para que, pronto, todos puedan disfrutar de esta red”.
Que estos cabildos decidieran vincularse tiene muchas ventajas para ellos, no solo a nivel económico, sino a nivel estructural a la hora de cubrir las necesidades de cada uno de ellos. El presidente de la asociación resalta que han logrado “algo que parece poco, pero que es muy difícil de encontrar en pueblo pequeños y a un precio asequible”. Se trata del servicio de limpieza, que tiene “dos empleados encargados de recorrer todos los municipios a demanda de los alcaldes para cumplir esta necesidad en los Ayuntamientos, centros médicos…”.
Tan importante como la limpieza, es contar con un servicio de obras: “Otro objetivo que se ha cumplido es que todos los miembros dispongan de un servicio así, que actúe de forma inmediata ante cualquier imprevisto”. Estos trabajadores se encargan de las podas, de la jardinería, de reparar averías o de las funciones de mantenimiento.
La Mancomunidad cuenta con un monitor deportivo que recorre la comarca, según lo soliciten los alcaldes. Para sastre, “es otra asistencia fundamental” que han cubierto. Este empleado “da clases a adultos, ancianos y niños”, ya que “el deporte es fundamental para la salud y era necesario poder contar con una figura así”.
En sus 30 años de existencia, la agrupación ha puesto en funcionamiento una escuela de verano, “que no solo funciona en la época estival, sino que está disponible en todos los periodos de vacaciones de los alumnos donde se atiende a los niños y se hacen actividades lúdicas, para que los padres tengan una alternativa mientras ellos están trabajando”. Igual que el resto de servicios, son los Ayuntamientos los que lo tienen que solicitar y “a partir de 3 niños se pone en marcha”.
La asociación ha alcanzado convenios importantes con otras instituciones. Por ejemplo, uno con la Diputación Provincial de Soria por el que “la organización se hace cargo de limpiar las carreteras de la comarca que sean de titularidad provincial”. Para ello, los vecinos de Tierras Altas tienen “una serie de quitanieves con las que realizar esta limpieza”.
Con la misma administración, tienen otro convenio en el área de bomberos. La agrupación “tiene dos camiones y cuatro voluntarios, que dependen del parque de Ágreda”. Con este acuerdo, los bomberos de la Mancomunidad acuden a los avisos desde San Pedro Manrique y “si el fuego es muy grande, van a ayudar y apoyar a los bomberos desplazados desde Ágreda”.
Su último y ambicioso tirunfo está en la gestión del plan PIDISTA: “Con el Plan Integral de Desarrollo Sostenible e Inteligente buscamos revertir la despoblación, promover el desarrollo sostenible, mejorar los servicios públicos, fomentar el emprendimiento y la retención de talento, e involucrar a los ciudadanos para llevar a cabo esta actuación”. Cabe destacar, que Tierras Altas tiene una densidad de población de menos de 2 habitantes por kilómetro cuadrado, siendo de las más bajas de Europa, lo que hace que todos estos logros de la Mancomunidad tengan más valor.
La agrupación celebra el sábado 5 de abril, en San Pedro Manrique, sus tres décadas de vida, homenajeando a los valientes que creyeron en la unión, que es la clave de sus éxitos.