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La Inteligencia Artificial generará pérdida de empleo e incertidumbres para los trabajadores de las que los sindicatos no pueden desentenderse, según entienden en esta organización.
Ante los riesgos, desafíos y las consecuencias que va a suponer la Inteligencia Artificial (IA) para el empleo, CSIF exige que estas tecnologías "estén acompañadas de regulación laboral, planes de reconversión profesional y supervisión ética, para que la transformación digital no implique una pérdida descontrolada de empleo, sino una oportunidad inclusiva para todos, así como nuevos yacimientos de creación de trabajo". Así lo ha señalado la presidenta provincial de CSIF de Valladolid, María José San Román, antes del inicio de la conferencia ‘Todo sobre la IA y cómo nos afecta: ¿Revolución o riesgo?’, que ha ofrecido este miércoles el sindicato independiente en el Centro Cívico Canal de Castilla.
“La Inteligencia Artificial está trasformando la forma en que trabajamos, aprendemos y nos comunicamos. Además de beneficios, plantea riesgos significativos. Para la mayor parte de los trabajadores es un gran desafío. Su impacto laboral es innegable, generando nuevas oportunidades, pero también serias incertidumbres para los trabajadores, de las que los sindicatos no pueden desentenderse”, señala María José San Román. Asimismo, pide a las empresas y administraciones que vayan formando a los trabajadores en la medida que incorporen la IA, “que tiene que servir para enriquecer el empleo no para destruirlo”.
El experto y formador en competencia digital, y representante de CSIF, Roberto Cortés, asegura que será inevitable que la Inteligencia Artificial irrumpa en el ámbito laboral, propiciando a medio y largo plazo la reducción de puestos de trabajo en numerosos sectores. Uno de los más afectados puede ser el de las empresas teleoperadoras y de atención al cliente, con la aparición de los llamados chatbots avanzados, que pueden sustituir a las personas.
También en el transporte de viajeros y mercancías, el comercio, la industria, el periodismo o la sanidad (diagnóstico, análisis e incluso intervenciones quirúrgicas…), las máquinas con la IA podrán sustituir a las personas. Al igual que en la administración pública, con la automatización de trámites, gestión documental o atención ciudadana.
En cuanto al número de empleos o porcentajes de trabajadores que puede ser sustituidos por la IA, Roberto Cortés afirma que “no se puede saber ahora”, aunque dice que el futuro de la Inteligencia Artificial “da vértigo”. “Impactará directamente en el mercado laboral y en la sociedad en su conjunto, del mismo modo que ocurrió con la aparición de la industria, la energía eléctrica o los motores de combustión, sin los cuales hoy no concebimos el mundo que nos rodea”.
Indica que la evolución y el desarrollo de la IA no se va a poder parar, y que la UNESCO y la OCDE ya han emitido serias advertencias sobre la necesidad de alfabetización digital a la sociedad, para evitar la exclusión social de las personas, la manipulación informativa, la ciberdelincuencia o la pérdida de autonomía personal. “Ahora estamos en el momento justo en el que tenemos que decidir si aprovechamos la IA para mejorar la vida de las personas o dejamos que nos sustituya sin control, porque en cada acción o tarea de la IA debe haber un humano que conozca la materia”, subraya Roberto Cortés.
Este experto en tecnologías de la información y de la comunicación, y en tecnologías de aprendizaje y el conocimiento, es maestro de Educación Primaria y lleva 25 años como formador en competencia digital, siendo mentor y colaborador de la Consejería de Educación y de la Universidad de Valladolid.