Isabel Blanco, vicepresidenta de la Junta, pide estudiar "bonificaciones en las cuotas de la Seguridad Social o en el impuesto de sociedades" para que las empresas "mantengan la competitividad".
La vicepresidenta de la Junta de Castilla y León, Isabel Blanco, ha defendido con firmeza la postura del gobierno autonómico frente a la amenaza de aranceles estadounidenses, apostando por una estrategia clara: "aranceles cero". A pesar de que ayer el presidente Donald Trumo reculó en sus planes ofreciendo una tregua de 90 días a la mayoría de países, entre los que se encuentran los miembros de la Unión Europea, la tensión comercial internacional no se ha relajado.
Blanco ha subrayado la necesidad de proteger a los sectores productivos regionales ante lo que podría convertirse en una auténtica guerra comercial con consecuencias directas para la economía castellanoleonesa. La posición del ejecutivo autonómico se centra en minimizar el impacto que cualquier medida arancelaria pudiera tener sobre el tejido empresarial regional.
En caso de que la escalada de tensiones comerciales continúe y la Unión Europea se vea obligada a establecer aranceles como respuesta a las medidas estadounidenses, Blanco ha señalado que la prioridad debe ser que "esos aranceles repercutieran directamente sobre el sector productivo de Castilla y León", buscando mecanismos de compensación que permitan mantener la competitividad de las empresas regionales en un escenario internacional cada vez más complejo.
La vicepresidenta ha ido más allá, proponiendo aprovechar la coyuntura actual para implementar medidas económicas que fortalezcan el tejido empresarial: "Que se aproveche el momento que se está viviendo, por ejemplo, para crear bonificaciones en las cuotas de la Seguridad Social o en el impuesto de sociedades". Estas medidas buscarían amortiguar el posible impacto negativo de los aranceles y mantener la capacidad competitiva de las empresas castellanoleonesas en los mercados internacionales.
El gobierno autonómico considera fundamental "seguir avanzando en la modernización" y en el desarrollo de infraestructuras estratégicas, con especial énfasis en las energéticas y las vinculadas al corredor Atlántico, que podrían beneficiar a diversos sectores productivos de la comunidad. Estas inversiones se contemplan como elementos clave para fortalecer la posición competitiva regional ante los desafíos comerciales actuales.
Pero más allá de medidas concretas, Blanco ha destacado un valor que considera esencial en el actual contexto de incertidumbre: "estabilidad, algo que este gobierno ofrece". Esto refleja la estrategia del ejecutivo autonómico de posicionarse como un factor de certidumbre en un entorno económico internacional marcado por tensiones comerciales crecientes y cambios regulatorios constantes, ofreciendo "un marco estable que permita a las empresas regionales planificar sus operaciones a medio y largo plazo".