¿Cómo hacer tus propias velas artesanales con efecto marmolado? Aprende paso a paso
Laura Jiménez nos enseña paso a paso cómo hacerlas. Además, muestra cómo hacer el efecto marmolado para darle un toque más especial a nuestra creación única.
El arte de hacer velas se ha convertido en una experiencia relajante y creativa que cada vez gana más adeptos. Dentro del evento Bienvenida a la Primavera, celebrado en Almazán, se organizó un taller en el que los participantes aprendieron a crear sus propias velas artesanales.
El taller fue impartido por Laura Jiménez, creadora de la firma de velas artesanales 'Candil y Mirra', quien guió paso a paso a los asistentes en la elaboración de sus piezas. Cada participante contaba con su propio kit: "Cera de soja, un recipiente para la vela, su mecha...", explica Laura.
Lo primero que hicieron los asistentes fue elegir la esencia aromática que querían utilizar. Mientras la cera de soja se derretía por completo, los participantes aprendían una de las técnicas más divertidas de la sesión: la técnica decorativa del marmolado.
Este efecto se consigue mezclando suavemente en la cera ya fundida unas gotas de colorante, sin remover del todo, pero extendiéndolo por todo el vaso, de manera que los colores se entrelacen y formen vetas irregulares, similares a las del mármol. "El secreto está en no mezclar en exceso, para que los colores conserven su independencia y creen ese efecto visual tan atractivo", explicaba.
Uno de los aspectos más valorados del taller fue el uso de cera de soja, una alternativa natural y vegetal frente a la tradicional parafina. "La cera de soja, al ser vegetal, es sensible, tiene memoria y hay que saberla trabajar", contaba Laura. Esta cera se funde a 46 o 50 grados, dependiendo del fabricante, y hay que tener especial cuidado con el calor. "Si no lo pusiéramos al baño maría, se arrebataría porque es muy sensible", advertía. Además, destaca por su respeto al medio ambiente: "Al ser vegetal es mejor, porque la parafina proviene del petróleo y eso lo inhalamos todo".
Una vez la cera estaba completamente derretida y se había logrado el efecto marmolado, llegaba el momento de echar la esencia en el vaso complementario para mezclarla con la cera. Tras moverla ligeramente para integrarla bien, y después de colocar la mecha en el centro del cuenco, sujetándola con una pinza para que no se moviese, había que verter la mezcla en el recipiente de cristal. Ahora llegaba el momento de tener más paciencia, ya que era necesario esperar a que la cera se enfriara. A continuación, y tras darle un poco de calor a la parte superior para que se derritiera ligeramente, era el turno de decorarla al gusto con frutas o ramas secas.
El resultado final fueron velas personalizadas, ecológicas y con un diseño único.