A sus 29 años, Oriol Castellarnau cuenta con una amplia experiencia en el mundo del balonmano. Su objetivo es subir a Plata con el BM Soria y seguir disfrutando de este deporte.
Oriol Castellarnau es un ‘rara avis’ en el mundo del deporte. A pesar de tener tan solo 29 años, el técnico de La Roca del Vallès (Cataluña) acumula una larga trayectoria en los banquillos de nuestro país. Su pasión por el balonmano comenzó con tan solo cuatro años. En ese momento, empezó a practicar esta modalidad en el equipo de su pueblo, siguiendo el ejemplo de sus primos. Con el paso de los años, fue mejorando, llegando a asentarse en Primera Nacional (tercera categoría) y debutando, aunque de forma residual, en División de Honor Plata. No obstante, su carrera como jugador se truncó muy pronto. A sus 22 años,
Castellarnau ya había sufrido cuatro graves lesiones en su rodilla, situación que le llevó a retirarse. Sin embargo, este no estaba dispuesto a dejar el balonmano: “Desde pequeño había demostrado que se me daba mejor entrenar. Cuando jugaba con los playmobil ya se me veían trazas. Me encantaba dirigirlos”.
De esta forma, pudo continuar vinculado a este deporte, dando el salto a los banquillos de su club, liderando al conjunto infantil y entrando a formar parte del cuerpo técnico del primer equipo roquerol.
Tras estar dos temporadas en esta tesitura, el preparador catalán pidió a la directiva de La Roca hacerse cargo de su filial. En cambio, los dirigentes pensaron que “era muy joven para afrontar ese reto”. Ante esta situación, Oriol Castellarnau decidió emprender una nueva etapa, firmando por el F.C. Barcelona. Aunque la explosión de la pandemia del COVID-19 complicó el asunto, el cuadro blaugrana siguió confiando en el entrenador para formar parte del staff del infantil.
En esos instantes, su vida dio un vuelco completo, dado que el CH San Esteve de Primera Nacional también lo llamó para que dirigiera a su equipo de Primera Nacional, junto a Maiol Bosch. Sin miedo al éxito, este aceptó los dos retos, consiguiendo muy buenos resultados.
Precisamente, logró la mejor clasificación de la historia con los de Sant Esteve de Palautordera, viviendo un año increíble: “Fue la mejor temporada que he tenido a todos los niveles. Me lo pasé muy bien en un club que era muy familiar”. A pesar de ello, reconoce que fue una época “con mucho estrés”, ya que por la mañana trabajaba como educador social y por las tardes tenía que entrenar dos equipos.
Después de tres temporadas en la tercera división nacional, el técnico consideró que su tiempo en Cataluña había terminado. Dispuesto a seguir creciendo, este aceptó la oferta del BM Novás de Plata para ser su segundo entrenador. Aunque la intención era buena, Castellarnau no encajó en tierras gallegas: “Necesitaba más confianza en esos instantes de mi vida. Es cierto que tampoco me supe adaptar a mi papel allí”.
El entrenador firmó el pasado verano con el BM Soria, volviendo a Primera Nacional, en este caso, a un club que tenía entre ceja y ceja el ascenso a División de Honor Plata. El papel de Javi Díez, portero de Novás y de su representante, Sergio de la Salud, fue clave para desembarcar en un equipo que venía de vivir una época dorada con Jordi Lluelles. Acostumbrado a las dudas por su edad, este desembarcó en el San Andrés sin ningún tipo de miedo: “Siempre digo que la presión la tiene un médico que opera a corazón abierto. Yo vengo a disfrutar y a dar el 100% de mí”. Con ese mensaje grabado a fuego, el preparador catalán reconoce que la primera derrota que sufrió el equipo en liga le vino bien para poner los pies en el suelo y para romper “la espectacular racha que consiguió con Jordi, ya que no nos podíamos asemejar a ello”. Con ese tropiezo, sus pupilos aprendieron a “sufrir y a verse en todos los escenarios que se pueden dar en la fase de ascenso”.
Después de haber completado tres cuartos de curso, Castellarnau tiene a su combinado en la primera posición de un grupo muy potente, con varios descendidos de Plata. “Quiero finalizar líder porque será un premio al trabajo realizado, pero pienso que el puesto no influye en la fase. Todos son peligrosos”, manifiesta. Con la intensidad y la pasión como claves de su juego, este se centra en que sus jugadores terminen de interiorizar los sistemas de cara a unos play off de ascenso que se disputarán en mayo.
De cara a ese reto, el entrenador del BM Soria confía mucho en una plantilla con la que “me gusta estar cercano y con la que me agrada hablar para tomar decisiones”. Independientemente de la fe que tiene en los suyos, este traerá un coach el próximo mes para ayudar a su plantel a gestionar los tropiezos en las últimas fases de ascenso, para afrontar esta con total garantías: “A mí me pagan para ganar. Conseguir el ascenso sería una bonita forma de devolver al club la confianza que depositó en mí”.
Adaptado completamente a la ciudad y a su gente, este tiene garantizado un año más en un San Andrés en el que le gustaría estar varios años más: “Creo que lo ideal son 3-4, ya que llega un momento en el que los jugadores necesitan estímulos nuevos”.
Sin ponerse límites, Castellarnau pretende seguir progresando como entrenador, siguiendo los pasos de referentes como Valero Rivera o Xavi Pascual. Toni García, director técnico del Barcelona, “capaz de anticiparse a los problemas antes de que sucedan”, o Josep Morales, “técnico que influyó mucho en mi forma de entender el balonmano”, también son claves. Tampoco esconde su admiración por un Guardiola que “debutó en una Soria en la que me gustaría hacer historia”. Tras una buena liga, su equipo llega al tramo decisivo en el “mejor momento del curso para buscar el ascenso”.
Únete al universo Soria Noticias Descárgate nuestra APP, entra en nuestro canal de WhatsApp o síguenos en redes.