Mucha gente me paraba ayer para decir que los triunfos ya no valían, dado que no hay nada en juego. Para nada es cierto. El equipo ha recuperado las sensaciones cuando más lo necesitaba y aspira a todo en unos play off en los que parte como uno de los favoritos para lograr el ascenso.
Adiós a la liga regular. El Numancia se despidió ayer por la mañana de una competición doméstica en la que ha conseguido muy buenos números, pero en la que un mal mes de marzo impidió que pudiera ascender de forma directa a Primera RFEF. No obstante, eso ya es pasado y los rojillos deben mirar con optimismo hacia los play off de ascenso.
¿Cómo vi el partido ayer? Me gustó mucho el equipo de Aitor Calle. Desde el minuto uno, los numantinos ejercieron una presión alta, que trajo de cabeza a la defensa del Real Avilés, recuperando numerosos balones en zonas peligrosas y generando numerosas ocasiones de gol. Precisamente, este no tardaría en llegar tras una gran combinación de Sanchidrián, destacar cómo llega al final de la temporada, y de Jony.
A pesar del tanto, los sorianos siguieron mirando la portería contraria con frecuencia. Dentro de esa faceta pienso que hay que valorar dos nombres que hicieron un gran encuentro. David Sanz estuvo más atrevido en el pase, buscando balones filtrados, completando muy buenos minutos. Junto a él, Alain Ribeiro estuvo soberbio. Además de repartir juego, el mediapunta aportó mucho en el balón aéreo, bajando también numerosos balones.
Guiados por ese buen juego, los numantinos hicieron el segundo. Dieste, que continúa en estado de gracia, fundamental para un nueve (aunque parezca una obviedad), enterró cualquier posibilidad de remontada asturiana. Finalmente, Ribeiro, para cerrar su partidazo, hizo el tercero con un certero cabezazo. Los minutos finales también dejaron una noticia espectacular. Carlos González, uno de los jugadores con más calidad de la plantilla, regresó de a los terrenos de juego. El ariete canario va a ser fundamental en los play off de ascenso y tenerlo de vuelta, habiendo jugado unos minutos antes de esos choches, era el primer paso.
Y ahora, ¿Qué? Este Numancia no debe temer a nadie. Es más, los rivales deben temerle a él. Llega tras cuatro victorias consecutivas y sin perder un partido en Los Pajaritos desde el 11 de febrero de 2024. Este dato no tenemos que pasarlo por alto. En unas eliminatorias tan igualadas el factor campo es una baza que los de Aitor Calle tienen que usar a su favor (sino que se lo digan al Yeclano la temporada pasada). La vuelta se va a jugar en casa y el feudo soriano debe presentar el aspecto de las grandes noches con más de 8000 personas en las gradas.
En cuanto a posibles rivales, prefiero al Getafe B o al Teruel, por cercanía, pudiendo darse un desplazamiento masivo. Torrent y Estepona también están en la terna, pero son viajes más largos. Sin embargo, toque quien toque este equipo está capacitado para derrotarlo y para clasificarse para la final por el ascenso. Cabe recordar que si el Numancia quiere ascender a Primera RFEF debe pasar dos eliminatorias. En ambas, le valdría un empate en el global, ya que primaría su segundo puesto en la clasificación regular. Ahora, tampoco hay que pensar en esa opción. Los rojillos deben salir a ganar desde el minuto cero, mostrando ambición. Una provincia, entera, sueña con regresar al tercer escalón del fútbol nacional tras varios años de sinsabores. Ha llegado el momento de conseguirlo.
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