El jugador de San Leonardo de Yagüe, Javier Vicario, ha culminado una temporada de ensueño con el Arenas de Getxo, logrando el ascenso a 1ª RFEF. A pesar de una lesión que truncó su recta final, el defensa soriano ha sido una pieza clave y comparte en esta entrevista su experiencia, el orgullo por sus raíces y sus planes de futuro.
El futbolista pinariego Javier Vicario vive un momento dulce. Recientemente proclamado campeón del Grupo II de 2.ª RFEF con el Arenas de Getxo, el joven de San Leonardo de Yagüe no oculta su satisfacción por una temporada que califica de "excelente en todos los sentidos". A pesar de una inoportuna lesión en marzo, Vicario ha sido fundamental en la zaga del conjunto vasco, un éxito que, asegura, se ha cimentado en un "maravilloso grupo" y una exigencia máxima.
La temporada, según sus palabras, "en lo colectivo ha sido muy completa con un nivel de exigencia máximo y con un grupo de buenos compañeros que ha hecho que podamos conseguir ese ascenso". En el plano personal, la campaña también ha sido "increíble", permitiéndole "aprender muchísimo" y sentirse "muy satisfecho con lo que he aportado al grupo que al final es de lo que trata". Hasta su lesión, Vicario se consolidó como un pilar defensivo: "Sí que considero que he sido una pieza importante, igual que cada uno de mis compañeros. Fui poco a poco, al principio me tocó tener un rol de no jugar tanto y después sí que tuve ese rol de titular... mi objetivo era siempre dar el máximo", afirma el jugador soriano.
La lesión en marzo supuso un duro golpe. "Fue muy duro debido a que fue cuando mejor me estaba encontrando, cuando cada partido que pasaba me encontraba en un gran nivel y quería seguir ayudando", confiesa. "Fue un palo muy duro porque llegó cuando más estaba disfrutando de jugar". Sin embargo, supo reconvertir la situación: "Cuando pasaron unos días ya lo acepté, lo tomé como un reto y sabía que mi rol pasaba a ser el de ayudar a mis compañeros en todo lo posible", explica sobre cómo vivió el exitoso tramo final desde fuera.
Para Vicario, la clave del éxito del Arenas de Getxo ha sido inequívoca: "Sin ninguna duda creo que la clave del éxito ha sido el maravilloso grupo que teníamos". El zaguero destaca "el día a día, el nivel de exigencia de cada entrenamiento, sin bajar ni un solo día, la implicación de la gente y el gran esfuerzo que hacíamos. No he visto nunca algo igual en este sentido en cuanto a trabajo y exigencia". En este engranaje, la figura del técnico, Ibai Gómez, ha sido crucial. "Creo que Ibai ha sido el capitán del barco y la pieza clave para que esto funcionara", asegura. "Apostó por un grupo de gente joven que nadie daba nada por nosotros y nos transmitió su idea y nosotros lo dimos todo por esa idea. Ibai personalmente me ha cambiado la forma de ver todo, ya no solo de conceptos futbolísticos sino de trabajo, de cómo cuidar los detalles, de cómo trabajar en el día a día y de cómo vivirlo", reconoce el futbolista de San Leonardo.
Sus raíces pinariegas están siempre presentes. "Estoy muy orgulloso de ser de donde soy y eso siempre va a ser así", declara con firmeza sobre lo que supone representar a Soria en el fútbol nacional. Esta temporada, además, pudo celebrar su primer gol: "Pude anotar un gol y siempre está bien para poder ayudar al equipo. Mi función quizá no sea la de meter goles pero bueno si puedo hacerlo y ayudar, yo súper contento", comenta con humildad.
De cara al futuro, su mente está puesta en la recuperación: "Mis objetivos son recuperarme al cien por cien de mi grave lesión y trabajar cada día para que eso ocurra. Luego ya veremos", señala con prudencia. Finalmente, Javier Vicario envía un mensaje a los jóvenes futbolistas sorianos: "Que disfruten haciendo lo que hacen, no importa el lugar donde jueguen sino que disfruten haciéndolo, que pongan pasión y mucho trabajo en ello".
Únete al universo Soria Noticias Descárgate nuestra APP, entra en nuestro canal de WhatsApp o síguenos en redes.