Fin de semana grande en Almazán | Coinciden la Feria de Muestras y el Zarrón

Mayo es uno de los meses más importantes del año en Almazán. La primavera calienta la villa con tres eventos esperados dentro y fuera de Soria. Venalmazán atrae a primeros de mes a los amantes de la actividad cinegética y los recursos naturales en general, pero los platos fuertes se guardan para mediados de mes.

Este 2025 coinciden en tiempo y en espacio la Feria de Muestras y las fiestas de San Pascual Bailón. Ambas convertirán a Almazán en epicentro económico, turístico y cultural de la provincia.

Feria de Muestras con novedades

El viernes 16, sobre las 12:00 horas, se inaugurará en el parque de La Arboleda de Almazán la LXIII Feria de Muestras, cita imprescindible para muchos sorianos y foráneos. No en vano, cada año unas 45.000 personas eligen este evento que se ha enriquecido edición tras edición. "Más de 200 expositores" convertirán el espacio en un escaparate único con 18 hectáreas disponibles. En él tendrán cabida, como ya es habitual, sectores como el agrícola, el mueble, la artesanía, los servicios y la alimentación. También habrá una representación de maquinaria agrícola con el concesionario Jaicer de Almazán.

Enrique Fernández, director de la Feria de Muestras, cuenta que este año, por primera vez, el evento contará con una cata de vino. "Participarán cinco bodegas, cuatro sorianas y una de Pesquera de Duero". Por 5 euros, se podrá adquirir una copa de vino serigrafiada con el skyline de Almazán para, siempre con moderación, ir probando todos los caldos y disfrutar con todas sus particularidades.

Dos showcooking con José Antonio Antón y Alejandra Antón, del restaurante La Chistera, servirán para aprender a sacar el máximo partido a los productos de la huerta y al conocidísimo torrezno.

Por último, la empresa Platero Gigantes acabará durante la Feria de matizar y pintar los dos cabezudos que está diseñando para el Ayuntamiento. "Están relacionados con las tradiciones adnamantinas", concluye Fernández guardando la sorpresa.

Y el Zarrón, pura tradición

El Zarrón de Almazán representa una de las tradiciones más singulares y arraigadas de la provincia de Soria. Una celebración que transforma las calles de esta localidad soriana en un escenario donde lo pagano y lo religioso se entrelazan en perfecta armonía.

Esta fiesta, declarada de Interés Turístico Regional, constituye un valioso testimonio del patrimonio cultural inmaterial soriano que ha sabido resistir el paso del tiempo, manteniendo viva una tradición que se remonta varios siglos atrás.

Se vincula a la fundación de la Cofradía de San Pascual Bailón, en 1816, que instituyó originalmente una celebración solemne el 17 de mayo, día del santo, y el 18, día de San Pascualillo, con un Oficio de Difuntos.

El momento álgido de la celebración llegará el sábado 17 cuando, tras la eucaristía en honor al santo, los zarrones toman el protagonismo. No siempre ha sido así, pues su función original era la de controlar a los jóvenes que molestaban a los cofrades en la procesión, pero su aspecto fiero y su comportamiento violento lo ha convertido en una figura provocativa que acapara atención y fotografías.

Actualmente son 'protectores del orden' durante la procesión del santo. Vigilan y se preocupan de que nadie perturbe a los danzantes que acompañan a la imagen y reparten zambombazos para imponer su ley. Tienen buena forma física para aguantar las carreras y visten recordando a los antiguos pastores de la zona. Un sombrero ancho, adornado con plumas y rabos de zorro, cubre su cabeza. En la mano llevan una zambomba y portan también una colodra, (cuerno de buey con tapadera de plata), en la que lleva la soparra (pan remojado en vino con azúcar y canela).