El speaker de La Vuelta: "La afición en Soria es increíble"

Golmayo se vestía de gala una vez más, esta vez para acoger la salida de la quinta etapa de La Vuelta Femenina, un evento que tiñe de color y emoción las carreteras sorianas. Entre el bullicio de los equipos, el ir y venir de ciclistas y la expectación del público, una voz resuena con familiaridad y carisma: la de Juan Mari Guajardo, el speaker más emblemático del ciclismo en España. Para Guajardo, Soria no es solo una parada más en el calendario; es un reencuentro que sabe valorar.

Con décadas de experiencia narrando las gestas y emociones del ciclismo, Juan Mari Guajardo es mucho más que un presentador; es parte del alma de cada carrera, el hilo conductor que conecta al público con la épica del pedal. Su presencia en la Vuelta Femenina en Golmayo no solo añade prestigio al evento, sino que también sirve como termómetro del fervor local.

Sobre público soriano en esta jornada en Golmayo, Guajardo ofreció una perspectiva sincera y optimista. "Yo creo que hemos ido de menos a más en la línea de salida, de la Vuelta", comentó, reconociendo que el horario matutino podía influir. "Quizá no es la mejor hora, porque es la hora que, digamos, que los peques están en los colegios", explicó con naturalidad. Sin embargo, esta circunstancia no mermó el balance final: "Pero yo creo que al final hemos tenido muy buen ambiente", aseguró, destacando la calidez y el entusiasmo de los aficionados congregados.

Más allá de la afluencia en la línea de salida, Guajardo puso el acento en un aspecto fundamental: la capacidad de la provincia para mostrar sus encantos a través del deporte. "Sobre todo, yo creo que es poner en valor el territorio de Soria", afirmó con convicción. Esta valoración no se limita a la belleza paisajística de las rutas ciclistas sorianas, que son un reclamo en sí mismas, sino que abarca también “la hospitalidad de su gente, la calidad organizativa y la atmósfera única que se genera cuando el gran ciclismo visita la provincia”. Soria, a través de estos eventos, se proyecta como un destino vibrante y acogedor.

La relación de Soria con el ciclismo de alto nivel no es flor de un día, y Guajardo es testigo privilegiado de esta trayectoria. "En los últimos años he estado aquí para la Vuelta a Burgos, un Campeonato de España, la Vuelta a España femenina y la Vuelta a España de chicos también”, enumeró, repasando un calendario reciente que evidencia el compromiso soriano con el pedal. Estos eventos, desde la prestigiosa Vuelta a Burgos hasta campeonatos nacionales que congregan a las futuras promesas y figuras consagradas, han encontrado en Soria un terreno fértil. No olvidó mencionar la Vuelta a Castilla y León: “También estuvimos y fue fantástico".

Esta continua presencia en la élite ciclista ha forjado un lazo especial entre la provincia y figuras como Guajardo. Su sentimiento es inequívoco: "Siempre me siento bien acogido y Soria es especial", confesó. Estas palabras, pronunciadas con la cercanía que le caracteriza, trascienden el mero formalismo. Reflejan una experiencia genuina, la de sentirse arropado y valorado en cada visita, un factor que, para alguien que vive en constante movimiento, adquiere una relevancia particular. La hospitalidad soriana, una vez más, deja su impronta.

Para un profesional de la comunicación deportiva como Juan Mari Guajardo, cuya voz ha acompañado incontables victorias y momentos de tensión, la conexión con el público y el entorno es vital. No se trata solo de narrar un evento, sino de vivirlo y transmitir su esencia. Cuando un lugar como Soria logra que se sienta así, esa energía positiva se refleja inevitablemente en su trabajo, “contagiando de entusiasmo a los presentes”. Es la diferencia entre cumplir con una tarea y disfrutar de una pasión compartida con una comunidad volcada.

"La gente de Soria es la leche, así que es un placer venir", resume la esencia de su relación con Soria. No es solo cortesía profesional, sino el reflejo de una experiencia gratificante y repetida. La provincia, una vez más, ha demostrado estar a la altura, volcándose con La Vuelta Femenina y dejando una impresión imborrable en uno de los grandes comunicadores del deporte español. Soria no solo acoge ciclismo; lo vive, lo siente y lo transmite, y voces como la de Guajardo se encargan de que ese mensaje resuene con fuerza, confirmando que esta tierra y el deporte del pedal tienen un futuro brillante y compartido.