Castilla y León exige que la Conferencia de Presidentes sea útil: "No más monólogos, queremos acuerdos cumplidos"

La próxima Conferencia de Presidentes, convocada para el 6 de junio en Barcelona, se perfila no como un mero encuentro protocolario, sino como un escenario de exigencias y balances pendientes. Desde Castilla y León, la postura es clara: la cita debe ser útil, trascender la fotografía oficial y traducirse en acuerdos concretos y cumplidos, especialmente tras la sensación de parálisis y promesas incumplidas derivadas del anterior cónclave. El portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, ha desgranado las expectativas y advertencias de la comunidad, subrayando que el tiempo de los monólogos sucesivos sin consecuencias debe dar paso a un compromiso real por parte del Gobierno central.

El recuerdo de la Conferencia de Presidentes celebrada en Santander a finales del año pasado sigue fresco, y no precisamente por sus resultados tangibles. Carriedo ha sido tajante al señalar la necesidad de un balance exhaustivo de aquella reunión. "No ha pasado ni seis meses", ha recordado, "incluimos temas muy importantes y no hemos visto los resultados". La Junta de Castilla y León no busca "volver a repetir el mismo discurso", sino que exige "explicaciones de cuáles son los avances que se han producido". La lista de asuntos pendientes es significativa: la falta de progresos en la disponibilidad de más profesionales sanitarios, la ausencia de nuevas decisiones gubernamentales en materia de vivienda y, de forma destacada, la parálisis en la reforma de la financiación autonómica.

Este último punto, la financiación autonómica, se erige como uno de los principales caballos de batalla. Carriedo ha criticado duramente que, en lugar de una propuesta gubernamental para un nuevo modelo, el Consejo de Política Fiscal y Financiera se encontrara con una iniciativa de Esquerra Republicana de Cataluña para la condonación de deuda a partidos separatistas, algo que la Junta considera "contrario a los intereses de la igualdad, la solidaridad y la suficiencia financiera". La reivindicación es meridiana: "Al menos Castilla y León no tenemos un problema de deuda, tenemos un problema de financiación de los servicios públicos y, por tanto, eso es lo que pedíamos en esa conferencia de presidentes. Eso es lo que se acordó y eso es lo que no se ha hecho", ha sentenciado el portavoz.

La Junta de Castilla y León se prepara para esta nueva Conferencia de Presidentes iniciando un proceso de escucha activa con diversos colectivos sociales y económicos de la comunidad para definir los temas prioritarios a trasladar. Además, como es tradición, se establecerán contactos con los grupos parlamentarios autonómicos para conocer sus opiniones y sugerencias, a pesar del limitado tiempo de intervención del que dispondrá cada presidente autonómico. Carriedo ha enfatezado que el objetivo es que la Conferencia "sea útil para los intereses de los ciudadanos de Castilla y León, útil para esta tierra".

En cuanto a las relaciones interautonómicas, el portavoz ha restado importancia a la ausencia de Castilla y León en una reciente reunión entre comunidades del arco mediterráneo sobre financiación, calificándola de "normalidad" al tratarse de regiones limítrofes con intereses comunes. Ha recordado que el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, mantiene un diálogo fluido y constante con otros homólogos, habiéndose reunido recientemente con los presidentes de Cantabria, Galicia y Asturias para abordar cuestiones de colaboración empresarial e infraestructuras como el Corredor Atlántico. La posición de Castilla y León en financiación se alinea con el 'Foro de Santiago', que agrupa a ocho comunidades con problemáticas similares.

La elección de Barcelona como sede se considera "normal y positiva", siendo uno de los pocos acuerdos de la anterior cita que sí se ha materializado. Sin embargo, el anuncio de que la reunión preparatoria del comité se celebre apenas una semana antes, el 28 de mayo, genera escepticismo sobre la posibilidad de llegar con documentos de acuerdo trabajados. "Nos importan mucho los temas, pero nos importa todavía más los acuerdos, y nos importa incluso más que los acuerdos, que los acuerdos se cumplan", ha insistido Carriedo. La repetición de temas como vivienda o formación profesional en la agenda preliminar es, para el portavoz, una "demostración de que lo que ahí se acordó no se ha cumplido".

Finalmente, Carriedo ha expresado su escepticismo sobre la voluntad del Gobierno central de alcanzar pactos significativos en la Conferencia de Presidentes que beneficien al conjunto de las comunidades. "El problema está en que el presidente prefiere acordar cumplir y someterse a los partidos separatistas, y no acordar con los presidentes de las comunidades autónomas una política útil para el conjunto de los españoles. Ahí está el problema", ha lamentado. La Junta de Castilla y León acude a Barcelona con una agenda clara: exigir que la Conferencia de Presidentes deje de ser "una reunión de un día donde hay 19 monólogos sucesivos" para convertirse en un foro de trabajo continuo, con acuerdos evaluables y, sobre todo, cumplidos. La comunidad demanda un cambio de paradigma donde el diálogo territorial se traduzca en soluciones reales y no en una mera escenificación política.