Artículo de opinión de Eder García, concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Soria
En un territorio como la provincia de Soria, donde la falta de población y el envejecimiento son problemas que tenemos más que identificados, la visibilidad de las personas LGTBI+ sigue siendo una asignatura pendiente. En los últimos años se han dado pequeños pasos, con actos reivindicativos, charlas o banderas ondeando en balcones institucionales, pero aún queda mucho por hacer.
Celebrar el Orgullo no es un gesto superficial, ni una fiesta para unos pocos: es una reivindicación política, social y en defensa de los derechos humanos. Es un grito colectivo que recuerda que todavía hoy hay personas que no pueden vivir con libertad su orientación o identidad en nuestros pueblos. Y es ahí donde entra en juego un fenómeno tan doloroso como silenciado: el sexilio.
Muchos jóvenes LGTBI+ se ven obligados a marcharse de sus municipios hacia ciudades más grandes, buscando el anonimato, la comprensión o simplemente la posibilidad de ser ellos mismos sin miedo. Ese abandono forzoso no solo empobrece a nivel humano a nuestros pueblos, sino que refuerza el círculo de silencio y ocultación.
Por eso, es imprescindible seguir impulsando espacios seguros y visibles para el colectivo en entornos rurales, sin olvidarnos de las personas mayores, que en muchos casos han vivido en silencio toda su vida. No podemos permitirnos que la diversidad se entienda como algo ajeno o exclusivo de lo urbano. La igualdad de derechos y de oportunidades debe ser una realidad aquí, en Soria, pero también en nuestros pueblos.
Celebrar actos del Orgullo, educar en la diversidad y visibilizar las realidades LGTBI+ no es solo un acto de justicia, sino también una apuesta por un territorio más vivo, más plural y más libre.
Porque nadie debería tener que marcharse para poder ser.
Únete al universo Soria Noticias Descárgate nuestra APP, entra en nuestro canal de WhatsApp o síguenos en redes.