El Obispado de Osma-Soria planea una importante reestructuración de las parroquias en la capital para el próximo curso pastoral, con el objetivo de fomentar una mayor corresponsabilidad de los fieles. Esta medida busca "trabajar de una forma más en comunión" y afrontar los retos pastorales, incluyendo la edad avanzada de parte del clero y la necesidad de impulsar las vocaciones.
La Diócesis de Osma-Soria se prepara para una significativa transformación en la organización de sus parroquias en Soria capital. Según explicó monseñor Abilio Martínez Varea, obispo de Osma-Soria, se está impulsando una mayor corresponsabilidad de los laicos en la vida de la Iglesia. "Estamos en la tarea de concienciación", afirmó, anunciando la voluntad de crear cuatro grandes comunidades parroquiales en la ciudad. El objetivo principal de esta reorganización es "trabajar de forma más conjunta e incorporar a los laicos para que junto al sacerdote sean los motores de la evangelización".
Este nuevo mapa pastoral, que se espera que comience a funcionar a partir del próximo curso pastoral, agrupará las actuales parroquias de la siguiente manera:
"Los sacerdotes están muy animados a hacerlo", añadió el obispo, subrayando que todas estas parroquias tienen, además, pueblos anexionados que también se verán afectados por esta nueva dinámica de trabajo.
Se destacó especialmente el papel crucial que ya desempeñan "muchas laicas, mujeres, siendo el germen de lo que tiene que ser una comunidad parroquial". Estas personas asumen responsabilidades importantes como el mantenimiento del templo, los avisos y la comunicación con el sacerdote, e incluso realizan celebraciones de la palabra con distribución de la comunión. En este sentido, se precisó que "no es necesario que haya eucaristía en todos los sitios; para que haya eucaristía tiene que haber comunidad eucarística".
Uno de los retos admitidos es la integración de laicos más jóvenes, aunque se valora enormemente la colaboración de los actuales, a quienes monseñor Martínez Varea describió como "una bendición". Esta labor de incorporación de los laicos "es una labor callada que llevamos haciendo desde hace tiempo", se subrayó. Para apoyar esta tarea, desde la Diócesis se cuenta con herramientas como la Escuela Básica de Teología y la formación de las Misioneras Eucarísticas.
Esta reorganización también se enmarca en la realidad del clero diocesano. Actualmente, la Diócesis cuenta con 83 sacerdotes. Si bien se considera que "el problema no es el número" en sí mismo, un dato significativo es que el 40% de ellos son mayores de 80 años. Muchos de estos sacerdotes mayores continúan en activo, lo cual es fundamental, ya que "si no, sería más complejo la labor de atención y acompañamiento a las parroquias", reconoció el obispo.
En cuanto a la pastoral vocacional, hay esperanza puesta en los jóvenes que se forman para el sacerdocio. La Diócesis tiene cuatro seminaristas en el seminario mayor en Burgos y siete en el seminario menor, en este caso en el propio Burgo de Osma. "Mientras hay vida hay esperanza, mientras tengamos unos pocos pequeños es posible que pasen al mayor", comentó monseñor Martínez Varea. Sostener el seminario menor, a pesar de las dificultades y los esfuerzos económicos que implica para los solo dos sacerdotes dedicados a él, se mantiene "con la esperanza de que alguno sea llamado por Dios para ser sacerdote".
Finalmente, se reconoció que la realidad pastoral fuera de Soria capital es "muy distinta", con una estructura diferente en el mundo rural. No obstante, se busca mantener el mismo espíritu de incorporación de los laicos en la vida parroquial en toda la Diócesis.
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