Jurados de La Mayor 2025: “Si no hubiéramos salido este año, habríamos tirado la toalla”

Mireia Molina y Víctor Manuel Hergueta han podido cumplir su sueño de ser jurados en este 2025. Después de intentarlo en varias ocasiones desde 2019, quedándose en 2024 a las puertas tras no salir su papeleta en el sorteo, esta pareja estaba a punto de tirar la toalla: “Nos apuntamos el Martes ‘a Escuela’ a primera hora de la mañana con la intención de abandonar si ya no nos tocaba este año. Al final, por fin tuvimos suerte”.

Satisfecho su deseo, estos optaron por La Mayor por ser el barrio en el que residen desde hace años. No obstante, esta elección hubiera sido muy diferente tiempo atrás. Santa Catalina es muy especial para esta familia, ya que los padres de Mireia ejercieron de alcaldes de barrio en 1994. Santiago también fue una opción en el pasado porque fue el barrio de Víctor cuando era joven.

A la hora de hablar de los recuerdos que tienen del 94, afirman que “no tienen nada que ver las fiestas de antes con las de ahora en cuanto a masificación o en cuanto a asuntos como las tajadas”. En ese sentido, Mireia explica cómo tuvieron que bajar al matadero para preparar las tajadas. De la misma forma, tampoco se olvida del calor que hizo aquel año: “Teníamos que echar cubos de hielo al suelo de la cuadrilla, constantemente”. Por su parte, el actual jurado se emociona al echar la vista 50 años atrás. En 1975, sus tíos fueron los responsables de la cuadrilla La Mayor: “Tenía seis años e iba más chulo que chulo con mi bota. Soy sanjuanero y me encantan estas fiestas”. Para que todos estos recuerdos no caigan en el olvido, los jurados han preparado un rincón dedicado a sus padres y a sus tíos.

Un Catapán, de récords

Mireia y Víctor Manuel se estrenaron en el cargo, disfrutando de un Catapán “increíble”. Perplejos por la cantidad de gente que acudió al local de la cuadrilla, se quedaron sin existencias después de gastar 850 litros de vino, 120 kilos de queso, 45 de bacalao y 95 barras de pan: “Fue algo impresionante”.

Con todos los rincones llenos de gente, los alcaldes de barrio pudieron llegar al escenario pasadas las 21:00h: “No nos paraban de detener. El ambiente fue increíble. Nuestros colaboradores fueron imprescindibles desde primera hora de la mañana”. Con 30 botas distribuidas por toda la plaza, Pedro Cantares, colaborador de la cuadrilla, tuvo una idea única para facilitar el trabajo, elaborando un calimochera que sacaba el vino helado con dos cubas de acero inoxidable.

Ilusión por San Juan

A falta de pocas semanas para que arranquen las fiestas, los jurados ansían conocer desde otra perspectiva el Miércoles ‘el Pregón’. También tienen muchas ganas de ver el ambiente del Sábado ‘Agés’ o de ir con la Virgen por el barrio: “Me acuerdo cuando estuvimos de colaboradores en Santa Catalina que nos tiraban hasta rosas”.

Sin embargo, para que todo eso sea una realidad, los vecinos tienen que entrar en fiestas durante estas semanas. En esa dirección, los alcaldes de este barrio, caracterizado por “haber gente de todo tipo, incluidos muchos pisos cerrados”, se muestran contentos con la primera respuesta del vecindario. Ahora, también piden a los comercios que sean más compresivos: “Si no les compras para la cuadrilla, muchos dicen que no entran. Eso no tenía que ser así porque, aunque ahora no les compremos, durante el año sí”.

Un local en el que no falta ni un detalle

Los jurados han dado un lavado de cara completo al local. Empezando por la cocina, en la que han colocado estanterías nuevas y en la que han llevado a cabo varios “apaños” para que el cocinero se sienta cómodo, han creado un espacio en el que no falta ningún detalle de las fiestas de San Juan.

Una de las paredes luce una foto del propio Víctor, un apasionado de la fotografía, en la que se aprecia la salida de la Saca del 2024. Otro de los rincones más especiales del local cuenta con los carteles de San Juan de los años en los que nacieron los hijos de la pareja. La tradición familiar perdura en otro de los rincones de la cuadrilla con un espacio dedicado para los recuerdos de sus tíos y padres. A todo ello, hay que sumarle un jardín vertical, una pared al estilo cómic, un proyector con sanjuaneras para animar a todos los presentes y un espacio para las peñas en el que se vislumbran sus pañuelos desde el año 1959.

Por último, además de numerosas fotos de los colaboradores, reluce con luz propia un rincón con una bota enorme en la que se aprecian varios momentos especiales de la vida de la pareja. “La elaboró Pedro Cantares. Nos engañó, diciendo que iba a traer una bota que ganó el año pasado por 2100 euros en Santiago. Finalmente, nos trajo esta el día del Catapán. Nos embargó la emoción”.

Precisamente, hablando de botas, Mireia y Víctor nos enseñan varias de las que tienen guardadas en la cuadrilla. Entre las que más ilusión les hacen, aparece una de Morante, toreando. El propio torero la firmó y se enamoró de ella: “Nos pidió que le hiciéramos una porque vendrá a por ella estos sanjuanes”. Junto a ella, existe otra futbolera firmada por todos los jugadores del Athletic de Bilbao gracias a la labor del colaborador, Roberto Ayensa.

Con todo ya preparado, incluida la charanga ‘El Desacuerdo’, agrupación con la que tenían ya un acuerdo cerrado el año pasado en caso de salir jurados, nuestros protagonistas se muestran impacientes por vivir “los días más grandes del año; en cuanto acaban, ya pensamos en las siguientes”. Recalcando que los vecinos tienen que seguir siendo fundamentales en estas fiestas, se despiden con la ilusión de que San Juan 2025 sea inolvidable.