El proyecto Reconecta, en el que participa ASFOSO, impulsa la gestión forestal sostenible en los grandes pulmones rurales de España

En un país como España, donde los bosques cubren más de la mitad del territorio y proporcionan servicios vitales como la regulación del agua, la captura de carbono, la biodiversidad o la prevención de incendios, el abandono de los montes no es solo un problema rural: es una amenaza colectiva. Sin gestión profesional y sostenible, esos paisajes que nos dan oxígeno, alimentos, refugio y equilibrio ecológico corren el riesgo de convertirse en terrenos degradados, altamente inflamables con incendios cada vez más virulentos e imprevisibles y desconectados del tejido social que los ha cuidado durante siglos. Y ahí es donde el proyecto Reconecta está trabajando con un equipo de expertos.

En concreto, lo hace en Cuenca, Soria y Teruel, provincias que concentran algunas de las mayores extensiones de bosque de España, territorios que podríamos llamar auténticos "pulmones del país". Una gran diversidad de factores en cuya base está el abandono de los montes, pero que incluye también la falta de relevo generacional, el éxodo del mundo rural, la desconexión con el papel de la naturaleza (en este caso de los bosques) y una escasa gestión forestal sostenible, los han convertido en zonas vulnerables a incendios, plagas y pérdida de biodiversidad. Frente a esta situación, el proyecto, liderado por la Asociación Forestal de Soria (ASFOSO) y con la Fundación Global Nature, el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA Aragón) y el Ayuntamiento de Cuenca a través de su proyecto UFIL, ha puesto en marcha una estrategia para activar la vida de los montes cuyo leitmotiv es reactivar el vínculo entre las personas y sus montes, y mostrar el camino en el que las maneras y beneficios de reactivar la vida en las fincas abandonadas.

El objetivo principal de la iniciativa pasa por identificar a propietarios (se estima que uno de cada cinco españoles puede ser propietario de un trocito de bosque sin saberlo) y acompañarles para dinamizar acciones de bioeconomía, con propuestas de modelos de negocio o a través de agrupación de propietarios forestales. Además, se les asesora para gestionar sus fincas, generar actividad y frenar el abandono. Se trata de hacer un acompañamiento a nuevos emprendedores forestales, ya sean jóvenes herederos, productores locales o guardianes del bosque que desean poner en valor el monte de forma sostenible.