Calderas con belleza y simbolismos

Una caldera sanjuanera ha de llevar, como está establecido, un calderín con un pollo o gallina, chorizo, huevo, y tajada cocida. Los adornos siempre son florales y la imaginación en cada una de las cuadrillas es lo que prima a partir de estos ingredientes. El sol, el toro y el vino también tienen su hueco en esta creación que es paseada, por los 'cuatros' durante el «Día de más esplendor» de los sanjuanes.

Hay cuadrillas como La Blanca cuyo jurado Eduardo Soria, ha sido quien ha ideado esta presentación, a la que no le faltan otros símbolos como el tambor y la dulzaina, sin faltar un sol radiante y un homenaje al toro castaño lidiado el viernes de toros, de ahí que sus cuernos lleven también flores de esta tonalidad. 'Día de más esplendor' rinde también homenaje al vestido de piñorra, con una bota de vino que está abrigada por un mantón de manila. Todo ello ha sido conformado durante toda la noche anterior, con Mariano, Carlos, Rocío... como hacedores.

Otra alternativa pasa por acudir a una floristería, tal y como cuenta Ana Ayllón, jurada de San Esteban. Su deseo pasaba por una decoración con flores rojas y moradas. Ya con estas pautas, los floristeros se han encargado de construir un elemento sencillo, siendo clave el adorno floral que, en un arco pleno de matices armónicos, y sin estridencias, constituye una caldera consonante con el día.

Son dos de los ejemplos para este Domingo de Calderas, donde los jurados y sus cuadrillas lucen con orgullo este ornamento, ensalzando cada año el significado de una jornada donde la solemnidad, en un desfile entre la plaza Mayor y la alameda de Cervantes, llama a la puerta.