El arte que transforma Almazán: los murales del AUA ya cobran vida en las calles

Las paredes de Almazán han comenzado a hablar un nuevo lenguaje, el del arte urbano a gran escala. Desde el pasado 7 de julio y hasta el próximo día 13, los artistas ganadores del segundo Concurso de Intervención Mural ‘AUA’ (Arte Urbano Almazán) están plasmando sus obras en tres enclaves estratégicos de la villa. Los lienzos, muros que hasta ahora pasaban desapercibidos, se están convirtiendo en epicentros de creatividad y diálogo cultural gracias al talento de David de la Mano, Nacho Basave y Juan Navarro. Soria Noticias ha visitado la localidad en la mañana de este 9 de julio para conversar con los dos primeros artistas, quienes ya se encuentran inmersos en un proceso creativo que exige precisión, resistencia y jornadas maratonianas.

Un homenaje a la tradición alfarera en el Matadero

Junto al antiguo Matadero, el artista salmantino David de la Mano trabaja sobre una imponente pared de casi 200 metros. Su propuesta es un viaje a las raíces de Almazán, una reinterpretación de su legado. “Lo que voy a representar conecta con la tradición cerámica del pueblo, a través de un plato que se encontró muy cerquita de aquí”, explica el artista. Su obra deconstruye esta pieza histórica, tomando sus fragmentos como punto de partida para crear “una especie de isla” con cada uno de ellos. Es una forma de fusionar su estilo personal con la identidad del lugar, un objetivo que considera fundamental en su trabajo.

Para De la Mano, intervenir en el espacio público de esta envergadura trasciende la mera decoración. Se trata de un acto que modifica la percepción del entorno. “Esta escala me parece que es importante y que va a cambiar, de alguna manera, lo que es la lógica del pueblo, por lo menos durante un tiempo”, reflexiona. El muralista está convencido de que una obra de estas dimensiones tiene un poder transformador único: “Funciona como una nueva arquitectura porque devuelve la mirada sobre un muro que dejaste de ver”. Para lograrlo, la técnica es clave. Armado con rodillos y pintura plástica de exterior, descarta el spray para este proyecto, y solo utilizará el pincel en el tramo final, herramientas inadecuadas para cubrir superficies tan vastas y pensadas para ser contempladas desde la distancia.

Música en directo en la calle Caballeros

A pocos metros, en la fachada del conocido local ‘Maneras de Vivir’, en la calle Caballeros, Nacho Basave, llegado desde Villanueva del Pardillo (Madrid), da forma a su particular concierto pictórico. Su propuesta no podía estar más en sintonía con su ubicación. “Yo quería hacerlo en torno a eso, ya que era tener en contexto dónde se está haciendo la obra”, comenta. El mural representa una escena de un concierto en directo en la Plaza de Almazán, un guiño directo a la vocación musical del establecimiento.

El destino, además, le ha regalado una feliz coincidencia que refuerza el sentido de su obra. “Ayer estaba haciendo el mural, vi que ahí al lado está la Escuela de Música y estaba súper contextualizado, porque estaban pasando los alumnos para tocar y al ver el mural decían: ‘qué guay’”, relata con entusiasmo. Para Basave, esta conexión inesperada ha sido “una coincidencia bastante bonita”. A diferencia de De la Mano, su técnica combina herramientas. Primero, traza las líneas de lo que será el dibujo con spray y después aporta grandes manchas de color con pintura plástica y rodillos, para después añadir detalles y riqueza cromática con sprays de nuevo. “Hacer ese juego entre dos técnicas, me parece que tiene mucha más riqueza a nivel pictórico”, asegura, defendiendo la versatilidad que le aporta la mezcla de materiales.

Jornadas maratonianas para una semana de creación

Ambos artistas coinciden en la exigencia del reto: tienen solo una semana para completar sus monumentales creaciones. Esto se traduce en jornadas de trabajo extenuantes que desafían el calor y las horas de luz. David de la Mano aprovecha “desde las 7 de la mañana, hasta la noche prácticamente” para asegurar que termina a tiempo. Nacho Basave sigue una estrategia similar, madrugando para trabajar en las horas más frescas, parando al mediodía y retomando la tarea hasta bien entrada la noche. “Ayer me quedé encajando, ya que había buena temperatura por la noche, hasta la una de la mañana”, confiesa, una prueba del nivel de dedicación que requiere el proyecto.

El proceso previo al muro también ha sido intenso. Basave destaca el tiempo invertido en el boceto, especialmente porque una de las condiciones del concurso era no utilizar inteligencia artificial, una norma que aplaudió. “Ha habido un estudio muy grande para llevarlo al mural. Yo intento avanzarlo todo lo posible para no tener que pensar tanto ni improvisar cuando estoy en el muro”, detalla, subrayando la importancia de la planificación para evitar problemas en una superficie de gran tamaño y con un tiempo tan acotado.

El AUA, un revulsivo cultural para Almazán

El segundo certamen de Arte Urbano Almazán se completa con la intervención de Juan Navarro, quien actuará en la calle Los Huertos y que en la mañana de la visita de este medio aún no había comenzado su trabajo. Esta iniciativa no solo embellece el paisaje urbano, sino que también genera un vínculo profundo entre los artistas y la comunidad. Nacho Basave, que ya había trabajado en Almazán para particulares, se siente especialmente conectado con el pueblo. “Siempre me han tratado muy bien”, afirma.

Para él, esta oportunidad es la culminación de esa buena relación. “Poder hacer una aportación así al pueblo, cerca del casco histórico, cerca de la plaza, y que lo pueda ver tanta gente, es un gustazo”, concluye. Con estas intervenciones, Almazán no solo gana tres obras de arte, sino que refuerza su identidad como un lugar que apuesta por la cultura contemporánea y la transformación de su propio espacio, invitando a vecinos y visitantes a redescubrir sus calles con una nueva mirada.