La fortaleza medieval, uno de los monumentos más importantes de la provincia, vuelve a recibir visitantes tras la gran acogida de Semana Santa. Desde este sábado y hasta finales de agosto, un grupo de voluntarios guiará los recorridos por su interior, cuyos beneficios se destinarán a un proyecto de restauración patrimonial en la localidad.
Tras el éxito sin precedentes de la pasada Semana Santa, cuando el castillo de Vozmediano se abrió al público por primera vez en su historia registrando más de 500 visitantes en solo cuatro días, la Asociación Recreativa Cultural Amigos de Vozmediano ha decidido prolongar la iniciativa durante la temporada estival. La fortaleza volverá a ser accesible para el público todos los fines de semana desde el 12 de julio hasta el 31 de agosto.
Para llevar a cabo esta apertura, la asociación cuenta con la inestimable ayuda de un grupo de catorce voluntarios, entre los que se encuentran varios profesores, que se encargarán de atender a los visitantes y realizar las visitas guiadas. La actividad cuenta con la colaboración del ayuntamiento de Vozmediano, como propietario del inmueble, y de la Diputación de Soria, que financia parte de los gastos operativos.
A diferencia de la apertura en Semana Santa, en esta ocasión no será necesario reservar previamente. Los interesados podrán adquirir su entrada directamente en el castillo. A continuación, se detalla toda la información práctica:
La asociación, una entidad sin ánimo de lucro, destinará íntegramente los beneficios obtenidos con las entradas a un proyecto de gran valor para el pueblo. El objetivo es financiar la restauración de la ermita de San Sebastián, un edificio recientemente adquirido por la propia asociación, con la previsión de acometer las obras en el año 2026.
El castillo de Vozmediano, datado en el siglo XII, está considerado uno de los monumentos más relevantes de la provincia por varias razones. Destaca su excepcional estado de conservación, prácticamente intacto gracias a que fue utilizado como cementerio desde 1821. Además, goza de una localización privilegiada, erigido sobre el nacedero del río Queiles y a los pies del Moncayo, y posee una rica historia fronteriza al situarse en la medieval 'Raya' entre los reinos de Castilla y Aragón.
A pesar de su enorme valor patrimonial, e incluso de la posibilidad de haberse convertido en un Parador Nacional de Turismo en la década de los sesenta del siglo XX, la fortaleza no se había abierto al público hasta este 2025. La respuesta ha demostrado el gran interés que suscita este baluarte, cuya historia y arquitectura podrán ahora ser descubiertas durante todo el verano.

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