La demarcación de Tierras Altas rinde un sentido homenaje al prestigioso investigador del CSIC. Su profundo estudio sobre la trashumancia y las raíces serranas protagoniza un encuentro lleno de sentimiento en su localidad natal.
La jornada de este domingo, 13 de julio, estuvo marcada por la emoción en la parroquia de la Trinidad de Santa Cruz de Yanguas. La localidad acogió un solemne homenaje al medievalista Máximo Diago, ilustre hijo del pueblo y destacado investigador del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). El evento, organizado por la Mancomunidad de Tierras Altas, congregó a numerosos vecinos, profesionales del ámbito cultural soriano y a la familia del historiador, cuyas hermanas recibieron un ramo de flores de manos del presidente de la entidad.
El acto contó con las intervenciones de dos medievalistas que conocían bien la trayectoria de Diago. En primer lugar, Antonio Ruiz se encargó de repasar la figura y obra del homenajeado, destacando no solo su profundo conocimiento histórico, sino también su dominio de varios idiomas, como el alemán. Esta habilidad, según explicó Ruiz, le permitió realizar largas estancias de investigación en Alemania para comparar las ciudades medievales castellanas y germanas. Por encima de su faceta académica, el ponente resaltó sus grandes valores humanos.
A continuación, la medievalista Marisol Encinas abordó una de las facetas de investigación en las que tanto ella como Máximo Diago fueron un referente: el estudio de las juderías y aljamas de la provincia de Soria, un campo en el que sus trabajos siguen teniendo una especial repercusión.
La clausura del homenaje corrió a cargo de José Ramón Ruiz Sastre, presidente de la Mancomunidad de Tierras Altas. En su discurso, propuso formalmente al Ayuntamiento de Santa Cruz de Yanguas el reconocimiento de Máximo Diago como hijo ilustre del pueblo. Esta distinción se materializaría con la instalación de una placa conmemorativa en el futuro Centro de las Estelas, un proyecto impulsado por la propia Mancomunidad cuyas obras ya han comenzado y cuya finalización está prevista para dentro de unos meses.
En definitiva, la mañana del domingo sirvió como un punto de reencuentro para los vecinos de Tierras Altas en general, y de Santa Cruz de Yanguas en particular. El acto permitió reconectar con unas raíces que Máximo Diago representó a la perfección, no solo como un brillante investigador, sino también como hijo de trashumante, una condición que compartía con buena parte de los asistentes locales y que define la identidad de la comarca.

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