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La Barriada de Soria arrancaba esta tarde sus particulares fiestas de verano este jueves con un sobresaliente protagonismo infantil. Además de ajedrez para todos los públicos, los cabezudos, en muchos casos despojados de sus máscaras por el calor, emprendían carreras por las calles tras la inquieta chiquillería que también recogía caramelos lanzados al aire por miembros de la asociación vecinal. Al ritmo de charanga dulzainera, el recorrido hacía parada en el parque, donde la pólvora se hacía presente con ingenios pirotécnicos ,tras estallar en lo alto, traían algún que otro regalo, codiciado por la joven concurrencia. Y después, encierro con carretones para cerrar con baile de sevillanas.
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