Los divorcios en España experimentaron un notable aumento del 8,2% durante 2024, alcanzando la cifra de 82.991 rupturas. Según los datos del INE, el cambio más significativo se produce en la custodia de los hijos, donde la modalidad compartida, con un 49,7%, supera por primera vez a la custodia materna como la opción más frecuente.
Las rupturas matrimoniales en España han registrado un significativo repunte durante el último año. En 2024 se produjeron un total de 86.595 casos de separaciones y divorcios, lo que supone un aumento del 8,2% respecto al año anterior. Este dato, extraído de la 'Estadística de Nulidades, Separaciones y Divorcios' publicada este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), sitúa la tasa de disoluciones matrimoniales en 1,8 por cada 1.000 habitantes. El divorcio se consolida como la fórmula mayoritaria, representando el 95,8% del total con 82.991 casos.
El informe revela un cambio de tendencia histórico en lo que respecta a la custodia de los hijos menores. Por primera vez, la custodia compartida se ha convertido en la modalidad más frecuente en los divorcios de parejas de diferente sexo, siendo otorgada en el 49,7% de los casos. Esta cifra supone un incremento de 1,3 puntos respecto a 2023 y supera a la custodia otorgada en exclusiva a la madre, que desciende hasta el 46,6%. La custodia en manos del padre se mantiene como una opción minoritaria, con un 3,4%.
El estudio del INE traza un perfil claro de las parejas que deciden poner fin a su matrimonio. La duración media de las uniones disueltas por divorcio fue de 16,4 años, una cifra similar a la del año anterior. El análisis por tramos de duración muestra que casi un tercio de las rupturas (31,8%) se producen en matrimonios de larga duración, con 20 o más años de convivencia.
En cuanto a la edad, el mayor número de divorcios se concentra en la franja de 40 a 49 años, tanto en hombres como en mujeres. La edad media de las mujeres en el momento del divorcio fue de 46,6 años, mientras que la de los hombres se situó en los 49,0 años. En la gran mayoría de los casos (80,0%), ambos cónyuges eran de nacionalidad española.
La mayoría de los divorcios se tramitan de forma amistosa. Según los datos, el 79,8% de los procesos fueron no contenciosos, es decir, de mutuo acuerdo, frente al 20,2% que resultaron contenciosos. En cuanto a la vía de resolución, el 61,1% se resolvió por sentencia judicial, el 25,1% por decreto y el 13,8% mediante escritura pública ante notario.
En el ámbito económico, se asignó una pensión alimenticia en el 54,8% de los divorcios. En la mayoría de estas situaciones, el pago correspondió al padre (52,9%), mientras que en un 43,3% de los casos fue asumido por ambos cónyuges. La pensión compensatoria, por su parte, se fijó únicamente en el 7,0% de los divorcios, y en el 90,9% de esas ocasiones, el pago fue asignado al esposo.
La tasa de disoluciones matrimoniales varía a lo largo del territorio nacional. Mientras que la media de España se sitúa en 1,8 por cada 1.000 habitantes, algunas comunidades superan esta cifra. Las tasas más elevadas se registraron en:
En el extremo opuesto, las regiones con las tasas más bajas fueron Extremadura y Castilla y León, ambas con 1,5, y la ciudad autónoma de Melilla, con 1,4. En términos absolutos, Castilla y León registró un total de 3.536 disoluciones matrimoniales durante 2024, de las cuales 3.392 fueron divorcios y 144 separaciones.
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