Impactante: ¿Por qué el día de hoy no durará 24 horas y será uno de los más cortos del año?

Aunque resulte imperceptible para los sentidos, la duración de los días no es constante. Hoy es un ejemplo de ello, registrando una duración inferior a la habitual, un fenómeno que solo los relojes atómicos pueden medir con precisión y que se debe a complejas interacciones naturales y a la intervención humana.

El secreto está en los relojes atómicos

Un día estándar tiene una duración teórica de 86.400 segundos. Sin embargo, desde la década de 1950, la tecnología de los relojes atómicos ha permitido descubrir que esta cifra no es inmutable. La velocidad de rotación de nuestro planeta varía constantemente, provocando que algunos días sean ligeramente más largos o más cortos. De hecho, el pasado 9 de julio ya fue más breve de lo normal, y se espera que hoy, 22 de julio, y el próximo 5 de agosto, esta tendencia se acentúe todavía más.

¿Cuáles son las causas de esta aceleración?

La modificación en la velocidad de rotación terrestre es un fenómeno multifactorial. Los científicos apuntan a una combinación de causas naturales y, en menor medida, a la acción del hombre para explicar estas minúsculas pero significativas variaciones.

La influencia de la Luna y los fenómenos naturales

El principal motivo de la aceleración actual es la posición de la luna, que se situará más cerca de los polos terrestres que del ecuador, influyendo en el giro del planeta. A largo plazo, la Luna se aleja de la Tierra a un ritmo de 0,4 centímetros por año, un proceso que, a lo largo de millones de años, podría alterar la duración de los días y la estabilidad del clima.

Además, los grandes seísmos también tienen un impacto medible según Luis Jacinto. El devastador terremoto de Indonesia en 2004, por ejemplo, fue de tal magnitud que el desplazamiento de las placas tectónicas modificó el movimiento de la Tierra, reduciendo la duración del día en varios microsegundos.

La mano del hombre: el contrapunto de los grandes embalses

Curiosamente, algunas de las mayores obras de ingeniería del mundo tienen el efecto contrario: ralentizan la Tierra. Según ha informado la NASA, la Presa de las Tres Gargantas en China, el embalse más grande del mundo, ha provocado un incremento en la duración del día de 0,06 microsegundos. La inmensa masa de agua acumulada (más de 39.000 millones de toneladas) ha afectado al momento de inercia del planeta, produciendo además un leve achatamiento de los polos y un ensanchamiento del ecuador.

El impacto en Soria: menos horas de luz y la Cuerda del Pozo a la baja

Aunque no podamos percibir la aceleración de la Tierra, sí notamos sus consecuencias en el calendario. Hoy, 22 de julio, tendremos exactamente las mismas horas de sol que el pasado 20 de mayo: 14 horas y 36 minutos. Desde el solsticio de verano, el 21 de junio, ya hemos perdido 29 minutos de luz, ya que amanece 19 minutos más tarde y anochece 10 minutos antes. Actualmente, cada día perdemos aproximadamente dos minutos de sol.

En cuanto a nuestros embalses, el de la Cuerda del Pozo se encuentra al 82,65% de su capacidad total y su nivel continúa descendiendo. Aunque su tamaño no es suficiente para influir en la rotación terrestre, su gestión es vital para la provincia, con un régimen de salidas actual de 6.300 litros por segundo mientras las entradas de agua son mínimas.

Previsión del tiempo y las cabañuelas de julio

Para lo que resta del mes de julio, se esperan temperaturas agradables durante el día, aunque acompañadas de viento del norte o del oeste, y noches frescas, con posibilidad de alguna helada en zonas de montaña. Las temperaturas máximas no alcanzarán los valores extremos del pasado 17 de julio, cuando se rozaron los 37 grados, aunque se prevé una subida a partir del fin de semana y hasta principios de agosto.

Las cabañuelas de julio, un método tradicional de predicción, apuntaban a lluvias débiles entre el 19 y el 23, y también para el miércoles 30. Como bien recuerda el dicho popular, en Soria el verano es efímero: "En Soria el verano comienza en Santiago (25 de julio) y termina en Santa Ana (26 de julio); pero solo por la mañana".

Autor: Luis Jacinto