La Diputación renueva su convenio con el Obispado: 150.000€ provinciales para rehabilitar 5 iglesias

La Diputación Provincial de Soria y la Diócesis de Osma-Soria han renovado su compromiso histórico con la preservación del patrimonio sacro soriano. El presidente de la Diputación, Benito Serrano, y el obispo, Abilio Martínez, han firmado un nuevo convenio de colaboración que inyectará casi 480.000 euros para la rehabilitación de cinco templos parroquiales. Esta firma no solo asegura la pervivencia de joyas arquitectónicas en el medio rural, sino que también ha servido como un cálido reconocimiento a la labor del obispo Abilio Martínez, quien próximamente dejará la diócesis para asumir su nuevo cargo en Ciudad Real.

Este acuerdo, que se ha convertido en un pilar fundamental para la conservación del legado cultural de la provincia, representa una inversión total de 479.289,88 euros. La financiación se ha estructurado de manera colaborativa: la Diócesis de Osma-Soria aporta la mayor parte, con 204.552,92 euros (un 45%); la Diputación Provincial contribuye con 150.000 euros (un 30%); y los 124.736,96 euros restantes (un 25%) correrán a cargo de las propias parroquias, que a menudo cuentan con el apoyo de ayuntamientos, asociaciones y donaciones particulares. Este modelo de financiación compartida demuestra la implicación de toda la sociedad en la protección de sus raíces.

Las cinco joyas rurales que recuperarán su esplendor

El delegado episcopal de patrimonio cultural, José Sala, ha sido el encargado de desgranar las actuaciones previstas para este año. A diferencia de ejercicios anteriores, donde el número de intervenciones era mayor, en esta ocasión se ha optado por "concentrar los recursos en cinco templos que requieren actuaciones de gran envergadura y urgencia". Las iglesias seleccionadas son:

• Cañamaque: Con un presupuesto de 94.500 euros, se intervendrá en la cubierta de la sacristía, la nave central y las capillas de este templo gótico del siglo XVI.
• La Muela: Se actuará sobre la cubierta central de esta iglesia de gran envergadura, que presentaba un serio peligro. La intervención, con un presupuesto significativo, eliminará un casetón de campanario añadido en los años 50 que ha causado problemas estructurales.
• Miño de San Esteban: Esta iglesia recibirá la mayor inversión del convenio, con 155.789,88 euros. Aunque su exterior puede engañar, el problema es estructural e interno. La estructura de la cubierta está completamente deteriorada y cediendo, lo que exige una renovación completa para evitar daños mayores.
• Rebollar: Con una asignación de 127.000 euros, se arreglará la parte central de la cubierta. Esta actuación se complementará con otra subvención de la Junta de Castilla y León, permitiendo una rehabilitación integral del templo.
• Serón de Nájima: Se trata de una ampliación de 18.000 euros sobre el presupuesto del año anterior para poder finalizar la compleja restauración de la torre del campanario, una obra de gran importancia que se está abordando en dos anualidades.

¿Por qué menos iglesias este año? La prioridad es el sostenimiento

El obispo Abilio Martínez ha explicado la razón detrás de la reducción en el número de templos intervenidos. Este año, la selección se ha centrado en iglesias con necesidades estructurales críticas. "No vamos tanto al embellecimiento, sino que vamos más al sostenimiento de los lugares", ha afirmado el obispo. Ha puesto como ejemplo la iglesia de La Muela, cuyo tejado corría "serio peligro", o la de Rebollar, que llevaba años esperando una intervención. Esta decisión estratégica busca asegurar la estabilidad y pervivencia de los edificios antes que acometer mejoras estéticas, garantizando que el patrimonio pueda seguir en pie para futuras generaciones.

José Sala ha reforzado esta idea, explicando que la mayoría de las solicitudes se centran en problemas estructurales. "Lo primero y principal es el aspecto estructural, lo que son cubiertas, que es lo que más suelen pedir para para este convenio. Porque, claro, si nos metemos en adecentar el interior de iglesias, pues entonces, no llegamos a ninguna parte", ha señalado el delegado de patrimonio.

Una colaboración de casi tres décadas y más de 10 millones de euros

El convenio firmado hoy es el fruto de una larga y fructífera colaboración que se inició en el año 1996. Durante sus 29 años de vigencia, ha permitido la restauración de más de 170 iglesias parroquiales en toda la provincia, con una inversión total que supera los 10 millones de euros. Benito Serrano ha recordado que "hasta 2010 la Junta de Castilla y León también participaba, pero desde entonces centra sus esfuerzos en los templos declarados Bien de Interés Cultural (BIC), dejando que este acuerdo se ocupe del resto del vasto patrimonio no catalogado como tal".

Gracias al convenio del año anterior, se acometieron obras en Cenegro, Quintanilla de Nuño Pedro, San Leonardo de Yagüe, San Pedro Manrique, Cerón de Nájima y Vilviestre de los Nabos. La inauguración de la iglesia de San Leonardo, a la que asistió el propio presidente, ha servido como ejemplo tangible del éxito de esta iniciativa.

"El legado que hemos heredado": la implicación de los pueblos

Más allá de las cifras, tanto Serrano como Martínez han destacado el profundo valor sentimental y social de estas restauraciones. El presidente de la Diputación ha subrayado que la conservación de las iglesias es "una de las inversiones que más valoran los hijos de los pueblos de la provincia". Ha puesto en valor la colaboración desinteresada de los vecinos, citando el caso de San Leonardo, donde participaron no solo creyentes, sino también personas ligadas al pueblo que deseaban mantener su patrimonio. "Son el legado que hemos heredado de nuestros antepasados", ha sentenciado Serrano.

El obispo ha compartido esta visión, relatando su experiencia en pueblos con muy pocos habitantes censados pero con un compromiso admirable. "He encontrado pueblos con 3 y 4 habitantes que hacen un gran esfuerzo", ha comentado, desmintiendo la idea de que la despoblación sea sinónimo de abandono. Esta implicación popular es, en última instancia, la que da verdadero sentido a la inversión institucional y garantiza el mantenimiento a largo plazo de los templos.

Un adiós con "pena" y un futuro para la Diócesis

El acto ha estado también teñido por la próxima marcha de Abilio Martínez a Ciudad Real. El obispo, visiblemente emocionado, ha confesado que afronta el cambio con tristeza. "Aprovecho para decir que me voy con pena. No es una decisión mía, sino que es una decisión de la Santa Sede", ha declarado. Sus palabras han sido recibidas con agradecimiento por parte de Benito Serrano, quien ha elogiado su "proximidad" y "disposición a arrimar el hombro" durante sus ocho años al frente de la Diócesis de Osma-Soria.

Tras su toma de posesión en Ciudad Real el 27 de septiembre, la diócesis soriana quedará vacante. Se abrirá entonces un proceso en el que el Colegio de Consultores elegirá un administrador diocesano. Según ha explicado el propio Martínez, la designación de un nuevo obispo podría tardar "entre 6 meses y un año", un periodo de transición que la diócesis afrontará mientras sigue velando por su inmenso y precioso patrimonio.