Un congreso internacional analiza vida y la obra del poeta sevillano. Nombres como el de Gregorio Luri, filósofo y pedagogo, ayudan a comprender a un genio que «no solo obligaba a pensar con lo que escribía, sino también con ese obra que siempre incluía», ha destacado José Ángel González, director del Centro Internacional Antonio Machado (CIAM).
El eco de Antonio Machado resuena con fuerza en Soria, ciudad que fue testigo y musa de su genio. El congreso internacional 'Sesquicentenario 1875-2025', organizado para conmemorar su vida y obra en el 150 aniversario de su nacimiento, ha desbordado todas las expectativas, obligando a cerrar las inscripciones ante una "afluencia masiva que ha llenado el Espacio Santa Clara", sede del evento. Este éxito no es solo una cifra (la de 140 participantes presenciales), sino la constatación de una verdad profunda que José Ángel González, director del Centro Internacional Antonio Machado (CIAM), ha subrayado: la obra del poeta se revela hoy "más viva y necesaria que nunca".
El evento, impulsado por el CIAM con la "complicidad y el impulso" del Ayuntamiento de Soria y la concejala de Cultura, Gloria Gonzalo, se ha concebido como un foro para iluminar las múltiples facetas del poeta. Lejos de ser un homenaje anclado en el pasado, el congreso busca explorar la vigencia de su pensamiento, desentrañar los matices de su figura histórica y profundizar en lo que el propio Machado, con su característica "retranca", denominaba "el hecho literario". Se trata, en palabras de González, de un esfuerzo colectivo por comprender por qué Machado no es simplemente un poeta más, sino "uno de los grandes poetas de la literatura universal", ha afirmado con rotundidad.
El primero de los consejos que se puede extraer del inicio de este congreso es "abordar su obra como un todo indivisible para descubrir su verdadero alcance", ha señalado González. Ha explicado que existe una asombrosa unidad en su trayectoria, un hilo conductor que une su primer poema con el último verso encontrado en el bolsillo de su chaqueta. "Con Machado hay que quedarse con todo. Es engañoso. Yo creo que la obra es un corpus que tiene una coherencia extraordinaria", ha puntualizado.
También se descubre una dialéctica, el "tratar con la mayor sencillez los asuntos más profundos", que convirtió a Antonio Machado en un genio. Un lenguaje para todos que siempre escondía "un pero, un aunque, un sin embargo" que "obligaba a dar un paso más y cuestionárselo todo", ha recordado el director del CIAM. Esto "dota a su poesía de una profundidad inagotable", ha insistido González.
La pertinencia de Machado en el siglo XXI ha sido otro de los ejes de la conversación. Lejos de ser una figura de museo, su voz interpela directamente a nuestra contemporaneidad. "No solo está vigente, sino que cada día está más vigente. Allí donde el pensamiento sistemático de la filosofía moderna hace aguas, ahí surge la forma en que Machado aborda las tareas del pensamiento", ha argumentado González. Sin embargo, la aportación más singular de Machado al pensamiento, según González, reside en su método. A través de sus apócrifos, como Juan de Mairena o Abel Martín, el poeta construyó un complejo andamiaje para explorar ideas filosóficas sin la rigidez del tratado. "Todos esos son no otros nombres de Machado, son otros yoes de Machado. Mairena es otro yo de Machado", ha aclarado. Esta polifonía le permitía presentar una idea y su contraria, creando una "orquesta extraordinaria" que refleja la complejidad del pensamiento y de la propia existencia.
Este método machadiano lo ha abordado con mayor profundidad Gregorio Luri, filósofo y pedagogo encargado de la lección inaugural del congreso. Bajo el título 'Ampliando el radio de pensamiento', Luri ha abordado la figura de Juan de Mairena, un personaje ficticio que el genio sevillano creó para expresar ideas y reflexiones que no necesariamente coinciden con su propia voz.
Gracias a Mairena aprendemos la "rebeldía contra la lógica del 2+2 son cuatro", pues "la razón poética no cabe en la lógica matemática", ha señalado Luri en el inicio de su intervención. Machado, apoyándose en la figura de un profesor que "podría verse como un pervertidor de los jóvenes", nos redescubre el poder de la escritura: "un medio de pensamiento que, aunque lamentablemente es la gran olvidada de la educación y no tiene sustituto como medio de descubrimiento de uno mismo", ha expresado Luri. Mairena enseña a sus alumnos a desconfiar de sí mismos y defiende que "sea capaz de prescindir de las muletas de su profesor". Un mensaje perfectamente extrapolable a la educación actual, que debería, según Luri, "centrarse en que el estudiante aprenda a pensar, no pensamientos".
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