Arranca la venta de abonos del Otoño Musical Soriano con menos colas y más demanda online

Este 29 de julio ha comenzado la venta de abonos para la 33ª edición del Otoño Musical Soriano, una cita que cada año reúne a amantes de la música clásica, que anotan en su calendario la fecha en la que comprar sus entradas para no perderse ninguno de los conciertos.

Ángel es uno de ellos. Lleva ocho años adquiriendo el abono y este no iba a ser menos. "Me gusta mucho ir a todos los conciertos, pero sobre todo compro el abono porque así me aseguro el asiento en todos los espectáculos", comenta. Al ser residente en Soria, también se beneficia del 10% de descuento, una bonificación de la que también ha hecho uso su mujer "con quien acudo cada año".

Por su parte, Raquel podría considerarse una habitual. Lleva acudiendo al Otoño Musical desde sus inicios hace 33 años. "Este año lo he comprado a la buena de Dios, sin saber ni quién viene", cuenta a Soria Noticias entre risas y mientras compra su abono en la taquilla. Aun así, confía plenamente en la programación, pues asegura que "todos los años me sorprenden". Algo que afirma que se puede deber a que "estudié solfeo con Orestes". Además, cuenta un poco apenada que suele elegir todas las ediciones el mismo asiento ubicado en la segunda fila del anfiteatro, a la izquierda, pero este año no ha tenido la misma suerte. "He pasado a las 11:45 y todavía estaba libre. Cuando he vuelto una hora después, ya me lo habían quitado", lamenta. Esta vez verá los conciertos desde una fila más atrás.

En el otro lado están Asun y Teo, también habituales del festival, pero que este 2025 aún no han tomado la decisión de abonarse. "Nos lo vamos a pensar", cuentan después de acercarse a taquilla para recoger el folleto informativo. "En función de la programación decidiremos si compramos el abono o entradas sueltas".

Cambia la forma de comprar

Desde la taquilla del festival explican que este año han notado que ha aumentado la venta online de abonos, en comparación con ediciones anteriores en las que las largas colas eran habituales desde el primer día. También ha disminuido el uso del efectivo entre quienes acuden presencialmente: "la mayoría prefiere ahora pagar con tarjeta".