Castilla y León, la quinta comunidad donde es más fácil desconectar del trabajo en verano

Las vacaciones de verano llegan como un respiro necesario, pero la capacidad para "desconectar" mentalmente del trabajo no es igual para todos. Un reciente estudio de la empresa de talento Randstad pone de manifiesto que más de la mitad de los trabajadores de Castilla y León (51,7%) consigue olvidarse de sus responsabilidades laborales de forma inmediata al comenzar su descanso estival. Este dato sitúa a la comunidad por encima de la media nacional, que se encuentra en el 46,9%.

A pesar de esta cifra positiva, el informe, basado en una encuesta a más de 4.300 personas en edad laboral, revela que para una parte considerable de los profesionales de la región, el camino hacia el descanso es más largo. En concreto, un 32,7% de los castellanoleoneses necesita hasta una semana para lograr esa desconexión, mientras que un 12,5% requiere entre una y dos semanas. Un 3,1% admite que necesita incluso más de dos semanas para dejar de pensar en el trabajo.

La desconexión laboral se ha convertido en un indicador clave del bienestar en el entorno profesional. La dificultad para establecer límites claros entre la vida personal y laboral no solo afecta al descanso, sino que también puede derivar en agotamiento y estrés acumulado, impactando en la salud mental de los trabajadores.

¿Cómo se compara Castilla y León con el resto de España?

A nivel nacional, el panorama es ligeramente menos optimista. Según el estudio de Randstad, un 53% de los españoles necesita más de una semana para desconectar del trabajo, lo que evidencia una dificultad generalizada para hacer una pausa mental efectiva. Solo el 46,9% lo logra de manera instantánea.

El análisis por comunidades autónomas revela diferencias significativas en la capacidad de desconexión de los trabajadores:

• Comunidades con mayor desconexión inmediata: Navarra (56%), Cantabria (54,1%) y Aragón (52,6%) lideran la clasificación. Les siguen Castilla-La Mancha (52,2%) y Castilla y León (51,7%).
• Comunidades en la media: Cataluña (47,5%), Madrid (46,6%) o La Rioja (45,9%) se sitúan en valores cercanos a la media nacional.
• Comunidades con mayor dificultad para desconectar: En el extremo opuesto se encuentran Islas Baleares (27,6%), Andalucía (39,6%) y Murcia (41,8%), donde a los trabajadores les resulta más complicado desconectar al inicio de sus vacaciones.

La invasión digital: el reto de la desconexión fuera del horario laboral

Uno de los factores que más dificulta el descanso es la persistencia de las comunicaciones laborales fuera del horario estipulado. En Castilla y León, esta es una realidad extendida: casi siete de cada diez profesionales (72,6%) afirman recibir algún tipo de mensaje de su empresa una vez finalizada su jornada. Solo el 27,4% asegura no recibir nunca este tipo de interrupciones, un dato ligeramente mejor que la media nacional (24,3%).

La frecuencia de estas comunicaciones es también un dato relevante. Un 15,9% de los trabajadores de la comunidad declara que estas interrupciones son "frecuentes" o "constantes", lo que supone una presión digital habitual. Además, el problema se agrava por la percepción de una expectativa de respuesta. A nivel nacional, casi cuatro de cada diez empleados (37,7%) consideran que su empresa espera que respondan a esos mensajes fuera del horario laboral.

Diferencias por sectores: ¿quiénes lo tienen más fácil para desconectar?

La capacidad para dejar el trabajo atrás varía notablemente según el sector profesional. El informe de Randstad asegura que los trabajadores de educación, sanidad, transporte y logística son quienes encuentran más dificultades para desconectar durante sus vacaciones.

En el sector educativo, solo el 40,4% lo consigue de forma inmediata, y un 7% tarda más de dos semanas. En sanidad, apenas un 37,3% logra una desconexión instantánea. Por el contrario, los sectores con mayor facilidad para "cambiar el chip" son la industria (52,5% de desconexión inmediata) y el de tecnología e informática (50,8%). Estos datos sugieren que la naturaleza del trabajo y la cultura empresarial de cada sector son determinantes para garantizar un descanso real y efectivo.