La XXXVIII edición del Curso de Verano Santa Catalina ha concluido en El Burgo de Osma con una cifra récord de 159 alumnos y una masiva afluencia a sus actividades complementarias. El acto de clausura contó con un firme respaldo de las instituciones, que garantizaron su apoyo para futuras ediciones.
La XXXVIII edición del Curso de Verano Santa Catalina llega a su fin en El Burgo de Osma, clausurando tres intensas semanas de actividad universitaria con un balance excepcional. El evento no solo ha batido su récord de matriculaciones, sino que también ha consolidado su prestigio gracias al masivo respaldo del público a su programa de actividades paralelas.
El centro cultural “San Agustín” fue el escenario del acto de clausura, un evento que congregó a las principales autoridades y figuras académicas vinculadas al proyecto. La ceremonia sirvió para poner en valor la trayectoria de estos cursos y para reafirmar el compromiso institucional con su continuidad, considerándolos un pilar fundamental para la vida cultural de la provincia.
El ambiente general fue de celebración por los objetivos alcanzados, destacando la capacidad de esta iniciativa para atraer talento y generar un vibrante foco de conocimiento en una localidad de poco más de 5.000 habitantes, con una repercusión que trasciende las fronteras de Soria.
El director del curso, Carmelo Gómez, fue el encargado de desgranar las cifras que confirman el éxito de esta edición. En su intervención, agradeció el apoyo de los patronos, como el Ayuntamiento burgense, la Diputación Provincial y la Caja Rural de Soria. Según los datos aportados, se han matriculado un total de 159 alumnos en los tres cursos monográficos impartidos por las universidades de Salamanca, Valladolid y Burgos.
Además, el programa académico contó con la participación de 15 profesores procedentes de 12 universidades y la colaboración de 11 instituciones. Gómez destacó que este formato permite “una conexión, una comunicación y una familiaridad entre profesores y alumnos” que enriquece la experiencia. El impacto en la vida local ha sido notable, con una afluencia de 3.835 personas a las 19 actividades complementarias programadas, entre las que destacan las “Noches de Santa Catalina”, que incluyeron:
Las autoridades presentes en el acto mostraron su apoyo incondicional al proyecto. El alcalde de la Villa, Antonio Pardo, afirmó que “de no existir estos cursos, habría que inventarlos” y subrayó la importancia de “sentirse orgulloso de tener un proyecto de este tipo” con repercusión en toda España. Por ello, pidió a todas las instituciones “que sigan apostando por dicho proyecto”.
Por su parte, el presidente de la Diputación, Benito Serrano, aseguró que desde su institución seguirán apoyando a la universidad Santa Catalina “para que estos cursos sigan adelante, manteniendo la repercusión y el nivel que tienen”. Calificó la iniciativa como “uno de los actos culturales más importantes que se celebra en la provincia” y elogió la labor de su director, Carmelo Gómez, por “superar el listón” cada año.
Desde el ámbito académico, el catedrático de la Universidad de Burgos, René Payo, destacó el “carácter histórico” de unos cursos que “forman parte de nuestra biografía intelectual y sentimental”. Mostró además su cariño hacia El Burgo de Osma, describiéndola como “una magnífica ciudad y auténtico joyero de obras artísticas y patrimonio”.
En la misma línea, Santiago García-Jalón de la Lama, rector de la Universidad Pontificia de Salamanca, recordó su propio paso como ponente y admiró la consolidada trayectoria del curso, apostando por “seguir colaborando en este proyecto tan magnífico”. Durante el acto, también hubo un emotivo recuerdo para D. José Pablo Redondo Lagüera, ideólogo y director de los cursos durante 25 años, así como para el exdirector Jesús Alonso.
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