El Centro Integrado de Formación Profesional (CIFP) de Almazán vive un momento de profunda transformación gracias a una doble noticia. Una inversión de 1,3 millones de euros permite la modernización de sus infraestructuras, un impulso que coincide con un hito académico sin precedentes: por primera vez en su historia, el centro cubre la totalidad de sus 90 plazas en la primera convocatoria de matrícula.
La formación agraria en Soria vive un momento dulce. El Centro Integrado de Formación Profesional (CIFP) de Almazán no solo está recibiendo una inversión de 1,3 millones de euros para modernizar sus infraestructuras, sino que también ha logrado un hito sin precedentes: cubrir la totalidad de sus 90 plazas en la primera convocatoria de matriculación para el curso 2025-2026. Este doble éxito refleja la creciente demanda de una formación de calidad y la apuesta de la Junta de Castilla y León por fortalecer el relevo generacional en el campo.
La noticia ha sido presentada por el director general de Desarrollo Rural, Jorge Izquierdo, durante una visita a las instalaciones adnamantinas. Izquierdo ha subrayado que la formación es un pilar fundamental dentro de la estrategia de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural. El objetivo es claro: "construir un sector primario más moderno, digitalizado y atractivo, donde los jóvenes que se incorporan dispongan de las herramientas y conocimientos necesarios para prosperar y disfrutar de una alta calidad de vida".
Este impulso se materializa en una "política de inversiones continuada en los ocho centros de formación agraria que gestiona la consejería en la comunidad". En Almazán, las actuaciones han sido especialmente significativas, abordando problemas estructurales que arrastraba el centro desde hacía décadas y mejorando tanto la eficiencia energética como la seguridad de alumnos y personal.
El grueso de la inversión se ha destinado a solucionar deficiencias largamente demandadas. Según ha detallado el director general, el proyecto se ha dividido en dos actuaciones principales que, en conjunto, suman casi 1,3 millones de euros. La primera y más cuantiosa, de un millón de euros, se ha centrado en la renovación integral de una cubierta de 4.500 metros cuadrados con 55 años de antigüedad. "Era necesario porque había múltiples goteras, problemas con el aislamiento, y hemos aprovechado para incluir una capa de tela asfáltica y un aislamiento térmico que mejorará el bienestar de las aulas y de la residencia", ha explicado Izquierdo.
Esta obra se ha complementado con la instalación de un nuevo vallado perimetral de 400 metros y dos puertas de acceso, reforzando así la seguridad del recinto. La segunda actuación, con un presupuesto de casi 287.000 euros, ha consistido en la retirada y sustitución de las cubiertas de fibrocemento de tres de las naves del complejo, eliminando así materiales obsoletos y mejorando las condiciones de estos espacios de trabajo.
Paralelamente a la renovación física, el CIFP de Almazán celebra un éxito académico sin precedentes. Por primera vez en su historia, el centro ha cubierto sus 90 plazas disponibles en el primer plazo de solicitudes, que transcurrió del 17 de junio al 7 de julio. Este dato no es aislado, ya que el conjunto de los centros de formación agraria de Castilla y León ha registrado un incremento del 23% en las solicitudes en primera opción, alcanzando las 662.
Para Jorge Izquierdo, la razón de este auge es la alta calidad de la enseñanza impartida. "Ocurre porque los alumnos salen muy bien preparados, es una formación teórico-práctica que les lleva a conseguir un grado de empleabilidad, prácticamente, del 100%", ha afirmado. La combinación de una sólida tradición educativa con una constante adaptación a las nuevas tecnologías convierte a estos centros en un referente para quienes ven su futuro profesional ligado al medio rural.
Uno de los mayores desafíos para los nuevos agricultores es el acceso a los recursos, especialmente para quienes no provienen de una familia con tradición agraria. Izquierdo ha recordado que la Junta cuenta con una línea de ayudas a la incorporación dotada con 100 millones de euros, cuyo plazo de solicitud está abierto hasta el 30 de octubre. Este año, el proceso se ha simplificado notablemente. "Hemos conseguido reducir el tiempo que dedican los técnicos para cada expediente a una quinta parte de lo que venían dedicando", ha destacado el director general.
Además, para facilitar el acceso a la tierra, Castilla y León ha sido pionera en implantar una línea de ayudas para la sucesión de explotaciones agrarias. Esta medida, a la que solo se han adherido cuatro comunidades autónomas, ya ha movilizado más de 12.000 hectáreas. "Son hectáreas que se movilizan para los jóvenes que no tenían ese acceso a la tierra a través de su familia", ha señalado Izquierdo, poniendo en valor una herramienta clave para el relevo generacional.
Con las grandes obras ya en marcha, las futuras peticiones del centro son "de menor entidad", aunque desde la consejería se estudia mejorar la comunicación peatonal con el núcleo urbano de Almazán para incrementar la seguridad de los estudiantes. Sobre una posible ampliación del centro, ante el éxito de matriculación, también está sobre la mesa. Izquierdo ha mostrado una postura prudente, indicando que "es algo que tendremos que valorar luego en función de las necesidades de profesorado y de espacios que eso vaya a generar".
La visita de Jorge Izquierdo ha servido para constatar que la Escuela de Capacitación Agraria de Almazán no solo se está renovando por fuera, sino que vive una profunda revitalización interna. La inversión en infraestructuras y el récord de alumnos son las dos caras de una misma moneda: la apuesta por un sector agrario fuerte, formado y con futuro en la provincia de Soria.
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