CRÓNICA Y FOTOS | Nepas viaja al pasado con la Siega Antigua: de la recolección a mano a los tractores restaurados

La localidad de Nepas ha revivido este sábado, 23 de agosto, una de sus tradiciones más identitarias. La celebración bienal de la Siega Antigua ha congregado a vecinos y visitantes para mostrar la evolución de las labores del campo, en una jornada que ha combinado la nostalgia con el sonido de la maquinaria histórica y la música de dulzainas.

Este evento, que se celebra cada dos años, ha ofrecido una vez más una fiel recreación de los procesos de recolección del cereal. Los asistentes han podido presenciar en directo el duro trabajo del segado a mano, una estampa que contrasta vivamente con la progresiva mecanización que transformó el campo soriano a mediados del siglo XX.

La jornada no solo ha servido como un homenaje a las generaciones pasadas, sino también como una exhibición del patrimonio agrícola de la comarca. El objetivo principal ha sido mostrar a los más jóvenes y recordar a los mayores la dificultad de las largas jornadas de trabajo que se vivían antes de la llegada de la tecnología moderna.

Maquinaria histórica como protagonista

Uno de los grandes atractivos de la jornada ha sido la impresionante colección de tractores y maquinaria agrícola de época, con unidades que han recorrido décadas correspondientes al periodo comprendido entre los años 20 y 80. Estas piezas, que en su día labraron las tierras de Nepas y sus alrededores, han sido meticulosamente restauradas por miembros de la Asociación Española de Amigos de la Maquinaria Agrícola afincados en la zona.

Los agricultores más veteranos han demostrado su pericia en el manejo de estas herramientas, ofreciendo una serie de demostraciones que han captado la atención de todos los presentes, desde el funcionamiento de las primeras segadoras hasta el rugido de los tractores que marcaron un antes y un después en la agricultura.

Una jornada festiva para el recuerdo

Más allá de la demostración técnica, la Siega Antigua se ha consolidado como un punto de encuentro intergeneracional. El ambiente festivo, amenizado por la música tradicional de las dulzainas castellanas, ha propiciado que los mayores compartieran anécdotas y recuerdos de su juventud en el campo.

Para los más jóvenes, ha supuesto una valiosa lección sobre el esfuerzo y la dedicación que requerían las tareas agrícolas antes de la modernización, permitiéndoles comprender mejor la historia y las raíces de su comarca en un día que ha unido memoria, cultura y tradición.

La jornada

La cita ha dado comienzo a primera hora, a las 09:00h de la mañana, con un tradicional desayuno a base de moscatel y pastas para dar la bienvenida a todos los asistentes. A continuación, a las 9:45h, los más pequeños han disfrutado de una tractorada infantil, que ha servido de preludio para el desfile de la maquinaria programado para las 10:00h.

El grueso del programa se ha centró en las demostraciones de las distintas artes de la siega, media hora después. Estas exhibiciones, junto con la exposición de maquinaria, ofrecieron un completo recorrido por la evolución de las labores del campo, desde las herramientas más rudimentarias hasta los primeros ingenios mecánicos.

Un recorrido por las técnicas de recolección

La mañan ha estado marcada por una serie de demostraciones que han permitido a los presentes observar en directo el trabajo de generaciones pasadas. Un una pausa para un almuerzo campestre, estas puestas en escena han dado protagonismo a labores con útiles como hoz, zoqueta, dalla, guadaña, gavillera, atadora y cosechadora.

La intensa jornada culminaba a las 15:00h con una comida popular que ha puesto el broche final a un día de homenaje a la tradición agrícola.