La quinta columna de Patxi Irigoyen para Soria Noticias.
Ha sido un verano que pasará a la historia por los incendios forestales de la zona norte de la península Ibérica. Una salvajada auténtica, para un país que siempre gozó de una masa forestal sana, bien conservada y ordenada por una administración mediocre y unos titulares privados que se han preocupado siempre mucho más por esas tierras que las instituciones públicas comentadas.
Y se demuestra, una vez más, que nuestra generación no ha progresado lo suficiente como para poder hablar de mejorar situaciones con las que nos hemos encontrado. Seguimos demostrando, desgraciadamente, que nuestros avances en otras materias son retrasos en otras. Podemos mejorar muchos aspectos, pero está claro que el cuidado de nuestro entorno no ha sido uno de los puntos destacados.
La España “vaciada” pasa a ser la España “olvidada”. Demostrado queda que las inversiones en estos territorios, otrora en cantidades justas aunque presumiblemente suficientes, ahora se han ido olvidando y poco a poco se han “pasado” a territorios contiguos pero fuera de ese ámbito. Faltan dineros para cuestiones absolutamente prioritarias, como las infraestructuras y sobran dineros para investigaciones en la capital sobre los montes de la provincia. Sobran estudios científicos que demuestran muchas cosas ya conocidas, pero faltan trabajos forestales que denoten una limpieza en los montes. Hoy, por desgracia, puede verse un cortafuegos del mismo color verde que el resto del monte que dividen. Por muy curioso que parezca, se invierte más según la administración, pero se nota menos según la realidad.
Sigue siendo un problema de normativa. No es cuestión sólo de presupuesto (que lo es), sino también de concienciación. Se trata de nuestras escuelas, de nuestros hijos, de nuestras prácticas, de nuestros baños en el pantano o nuestras meriendas en los pinares. De nuestras riquezas que a lo largo del año salvan la debacle de un territorio condenado al olvido público.
Pero no deja de ser triste oir a los contertulios hablar de montes y protección de los mismos sin tener ni idea. Hablar desde la ciudad y los estudios de los medios de comunicación sin conocer el monte. Opinar sobre el cuidado y los trabajos forestales sin haber pisado el pueblo que los cuida y los ha mantenido durante tantos años hasta que ha llegado el momento en que, con el olvido y la imbecilidad humana, lo que los antepasados nuestros conservaron como medio casi fundamental de vida nosotros nos lo hayamos cargado en cuatro días.
Eso si; nos queda el recurso de subvencionar a todos los que haya afectado el fuego, dar limosnas a los que viven con, por y para el monte, y reflejar en el estado de estadísticas de cada partido político que el resultado ha quedado limpio por el buen hacer de nuestros representantes. Una vez más; más que montes son desmontes.
Únete al universo Soria Noticias Descárgate nuestra APP, entra en nuestro canal de WhatsApp o síguenos en redes.