En las profundidades del océano

Lo que comenzó como la preparación para una oposición de bombero se transformó en una carrera internacional, en instructor de buceo, creador de contenido y modelo para marcas globales. Esta es la historia de Alfonso Fernández Gutiérrez, un soriano de 34 años que reinventó su vida tras descubrir su pasión por sumergirse en lo más hondo de los océanos de todo el mundo.

“Decidí hacerme un curso de buceo porque te daban puntos”, recuerda Alfonso sobre sus iniciales motivaciones para la oposición de bombero. Sin embargo, un viaje a Australia para aprender inglés lo cambió todo, cuando descubrió un estilo de vida que le “encantaba”, en un centro de buceo local.

Tras Australia, Indonesia y otros destinos, hace tres años se estableció en México, donde su nueva carrera despegó.

Como guía de buceo en el país azteca, Alfonso imparte cursos y dirige inmersiones, especialmente en los cenotes, formaciones geológicas únicas de Yucatán. “Son sitios donde el agua dulce ha ido creando como una especie de cavernas. Un sitio espectacular para bucear”, describe.

Su evolución laboral ha sido constante. Comenzó como empleado, pasó a ser ‘freelance’, y ahora dirige su propia operación de buceo con una sólida comunidad de clientes muy fidelizados.

Contenido de calidad

Cuando explica cómo comenzó a documentar sus inmersiones con una simple GoPro, afirma que “cuando estás buceando todo lo que ves que es increíble, lo quieres captar”. Sobre el origen de su segunda profesión, revela que “empezó todo por Instagram”.

Actualmente, crea contenido visual para marcas, resorts y hoteles, trabajando tanto detrás como delante de la cámara como modelo. La incorporación de drones ha ampliado sus posibilidades creativas: “Cuantos más recursos tengas, más llamativo va a ser el producto”.

“A mí me encantan los bichos grandes”, confiesa sobre su pasión por la fauna pelágica. Ha tenido encuentros con tiburones tigre, mantas gigantes y recuerda especialmente cuando una ballena jorobada apareció durante una inmersión. “De repente, viene algo gigantesco, te chequea, te ve y se va. Ese momento es especial”.

Sobre la seguridad con tiburones, desmitifica. “Eso es el marketing de todas las películas”. Enfatiza la importancia del conocimiento y respeto: “Si vas a un sitio con tiburones pero sigues esas pautas, no deberías tener ningún problema”. La clave, según él, está en entender el comportamiento animal y saber interpretar las señales. Si no, “este tipo de buceo puede ser especialmente peligroso”.

Un trotamundos submarino

La carrera submarina de Alfonso lo ha llevado por ecosistemas extraordinarios: desde los coloridos arrecifes australianos donde inició su aventura, hasta las profundidades del Triángulo de Coral indonesio, epicentro de la biodiversidad marina mundial. Actualmente, los cenotes mexicanos de Yucatán son su oficina diaria, donde guía a buzos a través de impresionantes cavernas subacuáticas de agua dulce. Sus encuentros con tiburones tigre, mantas y ballenas jorobadas han marcado momentos inolvidables en su trayectoria como buzo profesional.

Un sueño soriano

A pesar de vivir inmerso en la intensidad del Caribe mexicano, Soria sigue presente en su vida. Alfonso echa de menos a su familia y amigos, aunque admite que el ritmo de vida actual en su tierra natal contrasta con su día a día. “Estoy acostumbrado a ser muy activo, muy intenso, creo que Soria no es un sitio para mí”, confiesa.

Sin embargo, alberga un sueño muy soriano: bucear en La Fuentona. “Tengo un sueño, que es sumergirme en ese Monumento Natural”, afirma con ilusión. Reconoce la similitud de este manantial con los cenotes mexicanos y, gracias a su entrenamiento en buceo en cuevas, se siente preparado para afrontar este reto. Le gustaría realizar este proyecto con su equipo de México, quizás buscando apoyo local.

Reflexionando sobre su tierra natal, Alfonso ve un gran potencial desaprovechado en la promoción turística, especialmente de sus espacios naturales. “En Soria, todo el paraje natural es increíble”, asegura. Pero señala obstáculos como la burocracia para el uso de drones y una mentalidad empresarial, a veces, anclada en el pasado.

“Ahora mismo, tu fachada es Internet”, sentencia, instando a los negocios locales a invertir en estrategias digitales modernas y confiar en el talento joven que existe en la provincia. “Creo que hay mucha gente joven que lo puede hacer muy bien”.

Mientras tanto, Alfonso Fernández Gutiérrez sigue explorando el mundo, organizando viajes de buceo a destinos como Maldivas o el Mar Rojo, y compartiendo su pasión por el océano a través de sus inmersiones y sus imágenes.

Un soriano que cambió de vida, sustituyó los pinares por los arrecifes de coral, llevando consigo el recuerdo de su tierra y el sueño de sumergirse algún día en las aguas más misteriosas de la provincia, como La Fuentona.