Necesitamos un cambio

Castilla y León está viviendo una situación crítica a causa de los incendios forestales que arrasan miles de hectáreas de nuestros montes, llevándose consigo el patrimonio natural y, junto con él, la forma de vida y el futuro de muchas personas.

El cambio climático es una realidad a la que muchos no se quieren enfrentar, como si negándolo se acabase con sus efectos, que sumado al fenómeno de la despoblación hacen que la magnitud y la virulencia de los incendios se incremente.

Frente a esta situación, la Junta de Castilla y León del señor Mañueco, lejos de incrementar los recursos y organizar los servicios durante todo el año, ve en ello un “despilfarro”. Por mucho que tire balones fuera y busque en el Gobierno de España el chivo expiatorio para librarse de sus responsabilidades, la ciudadanía de esta comunidad no es imbécil.

La competencia en materia de prevención y extinción de incendios es de la autonomía, que ha fracasado rotundamente en la prevención abandonando los montes a su suerte durante el año para luego no ser capaz de coordinar la extinción en verano. Sólo hay que ver las declaraciones de Mañueco en las que un día no hacen falta medios, al día siguiente están sobrepasados y quiere movilizar a todo el ejército, para más tarde enterarnos de que no se emplean de forma eficiente los recursos prestados por el Gobierno de España.

El desgobierno del PP en Castilla y León se manifiesta de forma flagrante en casos tan extremos y dramáticos como los incendios forestales, pero es algo a lo que, por desgracia, parece que estamos demasiado acostumbrados después de tantos años.

Castilla y León necesita un cambio por nuestros montes, nuestra sanidad, transporte o educación, entre otras materias abandonadas. Espero que esta situación nos sirva para despertar del letargo y atrevernos a votar distinto si queremos resultados distintos.