Los errores más comunes y el nuevo peligro oculto: guía definitiva para circular en las rotondas de Soria

Las nuevas travesías están transformando el paisaje urbano de la capital. Se han multiplicado las rotondas, transformando intersecciones y redefiniendo flujos de tráfico. En Soria, donde estamos más acostumbrados a un tráfico sencillo, sin aglomeraciones y regulado por semáforos, esta nueva situación obliga a una puesta al día que ya no se puede retrasar. ¿Realmente sabemos cómo circular por una glorieta? ¿Qué mitos hemos interiorizado como verdades absolutas?

Para arrojar luz sobre este asunto y ofrecer una guía clara y precisa, Soria Noticias ha conversado con José Antonio Benito, responsable de la Autoescuela Ensenia. Con su experiencia, desgrana las normas fundamentales, desmonta los mitos más extendidos y alerta sobre un nuevo peligro surgido de la convivencia entre coches y bicicletas, que muchos conductores todavía desconocen.

La regla de oro que nunca cambia: la preferencia de paso

El primer mandamiento al aproximarse a una glorieta es también el más fundamental, aunque a menudo se interpreta de forma incorrecta. La prioridad no es del más decidido, sino de quien ya está dentro. Pero ceder el paso va más allá de no colisionar: implica no interferir. "Si al entrar en la rotonda obligo a frenar al vehículo que está circulando dentro no lo habré hecho bien, porque he interrumpido su trayectoria o su velocidad", ha explicado el experto. Este principio básico es el que garantiza que la rotonda cumpla su función de agilizar el tráfico y no se convierta en un cuello de botella.

El gran error: tratar la rotonda como una línea recta

Una vez dentro de la glorieta, surge el error más extendido y peligroso: la falta de "disciplina de carril". Muchos conductores, en un intento por atajar, realizan una maniobra completamente antirreglamentaria. "Eso que hacen muchos vehículos, de que entran por el carril de la derecha, se pasan al carril interior para trazar como si fuera una línea recta y volver a cambiarse otra vez al carril exterior sin observar y sin señalizar, está mal hecho", ha sentenciado Benito.

Para entenderlo mejor, el responsable de Ensenia ha propuesto un ejercicio mental muy simple: imaginar la rotonda como una vía recta de varios carriles. "Si fueras circulando por la Avenida de Valladolid, con sus dos carriles, para pasar del de la derecha al de la izquierda lo primero es observar", ha argumentado. En una glorieta, las reglas son las mismas. Cada cambio de carril exige la misma secuencia: observar, señalizar y, solo si es seguro, ejecutar la maniobra. Salir de la rotonda desde el carril interior, cruzando por delante de otros vehículos, es una de las infracciones más peligrosas y comunes.

Desmontando un mito: ¿es obligatorio el carril interior para la última salida?

Una de las falsas creencias más arraigadas es que el carril interior está reservado para quienes van a tomar la última salida o a hacer un cambio de sentido. Benito ha sido contundente al respecto: "Si el carril de la derecha está libre, se debe utilizar siempre".

Entonces, ¿para qué sirve el carril interior? Su función es la de desahogar el tráfico, permitir adelantamientos o evitar una congestión en el carril exterior. Con las nuevas rotondas habrá que tener este consejo muy en mente, pues Benito recuerda que muchas de ellas tienen un semáforo o un paso de peatones justo en su salida. "Los carriles derechos pueden quedar saturados y la mejor opción será usar el carril izquierdo si no quiero emplear esa salida". Se trata de una herramienta para mejorar la fluidez, no de una obligación basada en nuestro destino.

Alerta: el nuevo peligro en las glorietas con carril bici

La integración de carriles bici en las nuevas rotondas de Soria ha introducido una variable que ha pillado por sorpresa a muchos conductores, creando un nuevo punto de riesgo. Tradicionalmente, al salir de una glorieta, el conductor solo debía preocuparse de señalizar su maniobra. Ahora, la situación ha cambiado drásticamente. "En estas glorietas que tienen el carril bici, ojo, porque antes de abandonar la glorieta tenemos que cederle paso a los ciclistas que estén circulando por ese tramo", ha advertido José Antonio Benito.

Este nuevo ceda el paso es crucial y requiere una atención extra, ya que el carril bici suele ser de doble sentido. "Tenemos que mirar que no vengan ciclistas ni por la derecha ni por la izquierda", ha insistido. Esta norma altera por completo el automatismo de la salida y exige a los conductores una doble comprobación visual antes de abandonar la vía circular para no poner en peligro a los ciclistas, que tienen la preferencia en ese punto.

Consejos finales para una convivencia pacífica

Más allá de las normas técnicas, la conducción en rotondas se basa en principios de convivencia y sentido común. Benito ha recordado algunas claves para evitar conflictos:

Usar el intermitente: Es una herramienta de comunicación fundamental. "Yo creo que hay gente que cree que el intermitente cuesta dinero. Chicos, que son gratis, y si tienes duda de ponerlo o no ponerlo, ponlo", ha bromeado. Señalizar la salida agiliza la incorporación de otros vehículos.

Si te equivocas de salida: La solución es simple y segura. "Lo mejor es contribuir con la fluidez de la circulación, damos una vuelta y continuamos. Las glorietas son circulares, no nos vamos a perder".

Aplicar el principio de confianza y responsabilidad: Confiar en que los demás cumplirán las normas, pero siendo siempre responsables de nuestros propios actos y anticipándonos a los posibles errores ajenos.

En definitiva, mientras Soria se adapta a su nueva fisonomía urbana, los conductores tienen el reto de actualizar sus conocimientos y, sobre todo, su actitud al volante. Como ha concluido Benito, el éxito del proyecto de humanización dependerá de su funcionalidad real: "Esperemos que cuando todo eso esté funcionando, se adapte a las necesidades de los usuarios". La fluidez y la seguridad en las nuevas rotondas no dependen solo del asfalto, sino del respeto y el conocimiento de cada persona que se pone al volante.