Alfredo Cabrerizo y el Grupo Herce, hacer magia con muy poco

El verano de Alfredo Cabrerizo está siendo bastante tranquilo después de un final de temporada muy ajetreado tanto en la pista como en los despachos para el Grupo Herce. Mientras el equipo disputaba la final de la Superliga, el presidente, junto al entrenador, Alberto Toribio, planificaban una plantilla para el curso 25/26 con muchas caras nuevas.

Objetivos ambiciosos

Tras conseguir conformar una escuadra “muy ilusionante”, el equipo celeste volverá a luchar por quedar entre los cuatro mejores de la Superliga y de la Copa del Rey. Los sorianos también disputarán la Copa CEV dos años después con el objetivo de seguir creciendo a nivel organizativo y de llevar el nombre de la provincia por todos los rincones del viejo continente. En esta ocasión, entrarán directamente en unos octavos de final en los que se verán las caras con uno de los grandes de la competición durante el mes de enero: “Vamos a luchar sin complejos”.

A pesar de la marcha de piezas muy importantes como Bruno Cunha, Pepe Villalba o Adrián Olalla, la plantilla continúa manteniendo un alto nivel competitivo: “Creo que hemos hecho un buen trabajo, conformando un equipo ilusionante con las vueltas de Juan Pablo Moreno y Lucas Lorente. Pienso que tenemos una plantilla más potente que la del año pasado”.

La juventud volverá a ser otra de las claves de un club que cuenta con una generación de oro que se hizo la pasada campaña con el Campeonato de España Junior tras ganar todos los partidos.

A todos ellos, hay que sumarles a Alberto Toribio, técnico que estará una temporada más en el banquillo de Los Pajaritos. Para Cabrerizo, esta noticia es la más importante, “ya que se me hace muy complicado imaginarme una temporada sin él”.

Ingeniería matemática con el presupuesto

Los patrocinadores, como Grupo Herce, sponsor principal del primer equipo, y las instituciones, como el Ayuntamiento, la Diputación y la Junta, volverán a ser esenciales para continuar adelante con el proyecto. Con las aportaciones de todos ellos, la entidad saldrá a competir con un montante que rondará los 400.000 euros, muy lejos de equipos como Teruel o Unicaja Almería: “Somos el octavo presupuesto de España. El presidente de Guaguas me dijo en una de nuestras últimas conversaciones que le sacamos mucho partido al poco dinero que tenemos”.

Asumiendo la realidad del club, Cabrerizo deja a un lado cualquier tipo de lamentación y se centra en sacar el máximo rendimiento al dinero con el que cuenta. En ese aspecto, Toribio es fundamental. A pesar de no contar con una de las plantillas más caras del país, el técnico vallisoletano es capaz de hacer crecer a sus jugadores hasta niveles inimaginables. “Es la piedra angular de nuestro proyecto. Consigue que todos los que formamos parte del Río Duero nos pongamos las pilas y demos el 100%”, manifiesta.

Ese trabajo ha permitido al equipo luchar por los títulos nacionales en las últimas campañas, logrando una Copa del Rey y clasificándose para tres finales de Superliga de forma consecutiva.

Aunque en varias ocasiones se ha quedado con la miel en los labios, Cabrerizo reconoce que no se puede pedir más a un plantel que se mide con combinados como Guaguas, capaz de fichar a Osmany Juantorena, considerado el quinto mejor jugador del mundo. Por todo ello, señala que no tiene ninguna “espinita clavada”, ya que “estoy muy orgulloso de los resultados conseguidos, dado que demuestran que somos los que más nos esforzamos y los que más pasión ponemos a nuestro trabajo; no son por obra de magia”.

La marea celeste nunca falla

La afición, “considerada la mejor del país, cosa que ya nadie discute en España”, tiene mucha culpa de todo ello. La entidad, que dispone de 700 abonados, disfruta de un polideportivo de Los Pajaritos recién reformado, en el que se genera uno de los mejores ambientes del panorama internacional. Empujados por la marea celeste, los chicos de Alberto Toribio tratarán de volver a completar una temporada de ensueño para el aficionado.