En fotos: Decenas de sorianos detienen su domingo en un emotivo acto en defensa de Palestina

El centro de Soria ha sido escenario este domingo de una emotiva concentración en solidaridad con el pueblo palestino. Convocada por el Movimiento Ciudadano por la Paz, la jornada ha combinado la performance artística, la poesía y la reivindicación para "movilizar conciencias" y exigir el fin de lo que sus organizadores han calificado como un "genocidio".

La plaza Mayor ha guardado un silencio sobrecogedor, roto únicamente por el sonido de una melodía. Decenas de sorianos han respondido a la llamada del Movimiento Ciudadano por la Paz, una plataforma con más de dos décadas de activismo en la provincia, para visibilizar la masacre que se está viviendo en la Franja de Gaza y reclamar una respuesta contundente por parte de la comunidad internacional.

Este colectivo, nacido en 2003 al calor de las protestas contra la guerra de Irak, asegura habaer mantenido desde entonces una vigilancia constante sobre el conflicto palestino-israelí. "Venimos organizando durante estos últimos más de 20 años acciones cada vez que el estado de Israel ha intensificado las ofensivas contra la población palestina", ha explicado a Soria Noticias Ana Latorre, una de sus representantes. Para ellos, la situación actual no es una respuesta a los ataques del 7 de octubre, sino la culminación de "un plan de exterminio y colonización que viene desde el siglo XIX".

Una performance para "abrir corazoncitos"

El acto central de la jornada ha sido una performance cargada de simbolismo. Gema Pascual, también miembro del movimiento, ha detallado la acción, inspirada en iniciativas similares de otras ciudades españolas. "Consiste en tumbarnos en el suelo cuando suene una música y generar una imagen emotiva y provocadora", ha señalado.

La intención, ha subrayado Pascual, no ha sido la de generar confrontación, sino empatía. El objetivo era claro: "Se pretende conmover para abrir corazoncitos, para movilizarnos, para levantarnos del sillón, para alzar la voz y para decir basta ya a este genocidio". Una llamada a la acción que busca sacudir la indiferencia y transformar la observación pasiva de las noticias en un compromiso activo.

La "pequeña semilla" de la conciencia soriana

Ante la pregunta de si una movilización de este tipo en una ciudad como Soria puede tener un impacto real en un conflicto de dimensiones globales, los organizadores se han mostrado realistas pero firmes. "Si nos instalamos en el para qué no haríamos absolutamente nada", ha reflexionado Gema Pascual. La clave, para ella, reside en el valor intrínseco del acto y en su potencial para generar un cambio paulatino.

La protesta se concibe como un gesto necesario, una obligación moral más allá de su resultado inmediato. "Creo que hay que hacerlo, aunque solo sea por porque un día podamos decir que aquí sembramos una pequeña semilla", ha afirmado. En este sentido, la concentración de Soria se suma a una red global de protestas que, en conjunto, buscan crear una presión social insostenible para los gobiernos. "Son pequeñas semillitas que estamos sembrando y que esperamos que sí, que movilicen conciencias y que nos levantemos del sillón", ha concluido.

"La primera guerra mundial contra la infancia"

Más allá del gesto humanitario, Ana Latorre ha enmarcado la protesta en una dimensión política ineludible. "Todo es política porque defender los derechos humanos y el derecho internacional también es política", ha sentenciado. Para Latorre, la situación en Gaza ha trascendido cualquier debate para convertirse en una "cuestión de humanidad" ante cifras que ha calificado de insoportables.

Ha sido en este punto donde ha lanzado uno de los datos más estremecedores, citando fuentes de organizaciones sobre el terreno. "Las cifras están hablando. Las organizaciones dentro de la franja están hablando de 700.000 personas asesinadas y, de ellas, cerca de medio millón de personas son niños, menores de edad", ha denunciado. Esta realidad la ha llevado a una conclusión terrible: "Es la primera guerra contra la infancia, y eso no se puede permitir".