El consumo interno y la inversión sostienen la economía de Castilla y León frente a la debilidad del sector exterior

La Junta de Castilla y León ha dado a conocer este lunes, 15 de septiembre, los datos relativos a la Contabilidad Regional correspondientes al segundo trimestre de 2025. Este informe periódico es fundamental para analizar el estado y la evolución de la economía en la comunidad autónoma, ofreciendo una visión detallada de su comportamiento entre los meses de abril y junio.

La publicación de estas cifras representa un termómetro clave para medir la salud económica de la región. A través de indicadores como el Producto Interior Bruto (PIB), se puede evaluar el ritmo de crecimiento y el dinamismo de los diferentes sectores productivos, desde la industria hasta los servicios, pasando por la agricultura.

La información contenida en este análisis es utilizada tanto por las administraciones públicas para el diseño de políticas económicas como por empresas y agentes sociales para la toma de decisiones estratégicas.

La presentación de los resultados ha sido llevada a cabo por Carlos Fernández Carriedo, consejero de Economía y Hacienda y portavoz de la Junta de Castilla y León.

Datos

La economía regional registra un crecimiento del 3,1% interanual en el segundo trimestre de 2025. Este dato, aunque positivo, supone una ligera desaceleración respecto al trimestre anterior, mientras que el avance intertrimestral se modera hasta el 0,2%.

El Producto Interior Bruto (PIB) de la comunidad mantiene una senda de crecimiento robusta si se compara con el mismo periodo del año anterior, aunque muestra una leve ralentización de una décima frente al 3,2% registrado en el primer trimestre del año. Sin embargo, la evolución más inmediata, medida por la variación intertrimestral, evidencia una clara moderación al pasar del 0,7% del periodo precedente al 0,2% actual.

El informe, publicado este lunes 15 de septiembre por la Consejería de Economía y Hacienda, detalla un panorama de crecimiento sostenido en términos anuales, pero con signos de contención. El análisis revela un comportamiento dispar entre los distintos componentes de la economía. Bajo la perspectiva de la oferta, todos los grandes sectores productivos presentan tasas positivas, mientras que en lo que es la demanda, el consumo interno sigue siendo el principal motor, aunque el sector exterior resta al crecimiento.

Análisis por sectores: la oferta productiva

Desde el punto de vista de la oferta, el Valor Añadido Bruto (VAB) experimentó un crecimiento generalizado en todos los sectores durante el segundo trimestre de 2025. No obstante, el ritmo de avance fue desigual entre ellos.

• Sector servicios: Continúa siendo el principal pilar de la economía regional, con un crecimiento interanual del 3,9%. A pesar de su fortaleza, este dato supone una desaceleración de cuatro décimas respecto al trimestre anterior, debido a un menor crecimiento en áreas como el comercio, transporte y hostelería, y las actividades financieras.
• Industria: El VAB industrial aumentó un 2,1%, mejorando el registro del 1,7% del periodo precedente. Este impulso se debe principalmente a la recuperación de las industrias manufactureras, que crecieron un 2,0% frente a la caída del -0,8% anterior.
• Construcción: Este sector anota una variación interanual del 2,0%, manteniendo exactamente el mismo ritmo de crecimiento que en el trimestre previo, lo que indica una estabilización en su actividad.
• Sector primario: La agricultura, ganadería, silvicultura y pesca registraron un crecimiento del 0,7%, un dato significativo ya que contrasta con el descenso del -1,2% observado en el primer trimestre del año.

El comportamiento de la demanda

El análisis desde la perspectiva de la demanda muestra que el consumo interno sigue siendo el gran sostén del crecimiento económico de Castilla y León, mientras que el sector exterior tuvo una aportación negativa en este periodo.

La demanda interna, principal motor

La demanda interna contribuyó con 3,5 puntos porcentuales al crecimiento del PIB, una cifra superior a los 3,2 puntos del trimestre anterior. Este impulso se basa en dos componentes clave:

• Gasto en consumo final: Creció un 3,0%, dos décimas más que en el periodo anterior. Este aumento se explica por el mayor dinamismo del gasto de los hogares (+3,3%) y el de las Administraciones Públicas (+2,3%).
• Formación bruta de capital (inversión): Registró una notable variación del 4,6%, acelerando su ritmo desde el 4,0% previo. La inversión en bienes de equipo se disparó un 7,2%, mientras que la inversión en construcción mantuvo su crecimiento en el 2,2%.

El sector exterior resta al crecimiento

A diferencia del trimestre anterior, cuando su aportación fue nula, el sector exterior presentó una contribución negativa de -0,4 puntos porcentuales al PIB. Este cambio se debe a una desaceleración tanto de las exportaciones totales (que pasaron de crecer un 2,6% a un 1,8%) como de las importaciones totales (del 2,4% al 2,2%).

La creación de empleo se acelera

En cuanto al mercado laboral, el empleo, medido en puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, reflejó una variación interanual del 3,5%. Este dato supone una aceleración en la creación de empleo, ya que en el trimestre anterior el crecimiento fue del 3,0%. El comportamiento por sectores fue el siguiente:

• Se registró un mayor crecimiento del empleo en la construcción (+6,2%) y los servicios (+4,0%).
• La industria experimentó un aumento más moderado (+7,1%).
• El sector primario continuó con su ajuste, aunque con un descenso menor (-13,7%) que en periodos anteriores.

Peso de los sectores en la economía regional

Según los datos de la Contabilidad Regional, la estructura productiva de Castilla y León en el segundo trimestre de 2025 mantiene a los servicios como el sector dominante, seguido a gran distancia por la industria.

• Servicios: Representa el 69,7% del Valor Añadido Bruto total.
• Industria: Aporta el 20,3% de la economía.
• Agricultura: Supone el 5,5% del total.
• Construcción: Tiene un peso del 4,6%.