La Junta declarado la situación por riesgo extremo en toda la Comunidad para los días 17, 18 y 19 de septiembre. La medida se debe a unas condiciones meteorológicas adversas, con temperaturas muy elevadas, baja humedad y fuertes vientos, que incrementan significativamente el peligro. La resolución prohíbe encender fuego, el uso de barbacoas y cierta maquinaria en el monte y sus inmediaciones.
La Junta de Castilla y León activa la situación de alerta por riesgo de incendios forestales en todo el territorio de la Comunidad. La medida, anunciada por la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, estará en vigor desde este miércoles, 17 de septiembre, hasta el próximo viernes, día 19, debido a unas previsiones meteorológicas especialmente adversas para esta época del año.
Según detallan desde el Gobierno autonómico, la combinación de temperaturas anormalmente altas, una humedad relativa muy baja y la previsión de fuertes vientos crea un escenario de peligro considerable. Esta situación, sumada al estrés hídrico que arrastra la vegetación tras el verano y la ausencia de precipitaciones, eleva la probabilidad de ignición y la capacidad de propagación de cualquier posible incendio.
Ante este incremento del riesgo, el operativo de prevención y extinción de incendios de Castilla y León (INFOCAL) ha adoptado medidas organizativas extraordinarias. Asimismo, se ha establecido una serie de prohibiciones y se ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para que extreme la prudencia en todas las actividades que se realicen en el medio natural.
Las predicciones meteorológicas para los próximos tres días son el principal factor que ha llevado a la declaración de esta alerta. Los índices de peligro manejados tanto por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) como por el propio operativo INFOCAL coinciden en un incremento significativo del riesgo, que será muy alto o extremo durante las tres jornadas.
Las condiciones concretas que se esperan son las siguientes:
La resolución emitida por la Consejería de Medio Ambiente establece una serie de prohibiciones estrictas con el objetivo de minimizar el riesgo de ignición. Las autoridades locales y los cuerpos de vigilancia extremarán el control para garantizar su cumplimiento.
Las principales medidas son:
Además, se establece que cualquier trabajo en el medio natural deberá suspenderse si la temperatura supera los 30 grados y la velocidad del viento es mayor de 30 kilómetros por hora. Es obligatorio disponer de medios de extinción suficientes para controlar cualquier conato de incendio que pudiera originarse.
Desde la Junta de Castilla y León se solicita a la población que extreme la prudencia y adopte todas las medidas de precaución necesarias durante sus actividades al aire libre. Se recuerda que cualquier mínima imprudencia puede desencadenar un gran incendio forestal en las condiciones actuales.
Finalmente, se insiste en la importancia de la colaboración ciudadana. Ante el avistamiento de cualquier columna de humo o posible incendio forestal, es fundamental avisar de inmediato al servicio de emergencias 112 para facilitar una intervención rápida de los medios de extinción.
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