La Junta de Castilla y León ha capturado y equipado con emisores GPS a dos osos pardos en Caboalles de Abajo (León) tras registrarse ataques a ganado. Esta medida permitirá monitorizar sus movimientos y aplicar técnicas aversivas para alejarlos de los núcleos urbanos y garantizar la coexistencia.
La Junta de Castilla y León monitoriza en tiempo real los movimientos de dos ejemplares de oso pardo en la provincia de León. El seguimiento se produce tras su captura y la instalación de emisores GPS durante el pasado fin de semana en el entorno de Caboalles de Abajo, una medida que busca corregir el comportamiento de los animales y evitar su presencia en núcleos urbanos.
Esta actuación, llevada a cabo por agentes medioambientales y la Patrulla Oso de la Fundación del Patrimonio Natural, responde a los recientes ataques de osos a ovejas y cabras registrados en el interior de cuadras y en zonas próximas a viviendas en la mencionada localidad leonesa. El objetivo principal es aplicar medidas disuasorias que garanticen la coexistencia entre la fauna salvaje y la actividad humana.
Según ha comunicado la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, la información obtenida a través de los dispositivos GPS es fundamental para aplicar las denominadas medidas aversivas. Estas técnicas están recogidas en el protocolo de intervención de osos en la cordillera Cantábrica, aprobado a nivel estatal, y su finalidad es modificar la habituación de los ejemplares a los recursos que encuentran en los entornos poblados.
El dispositivo desplegado en Caboalles de Abajo no solo se ha centrado en la captura y marcaje de los dos osos. Durante la intervención, el personal especializado también ha recogido muestras de pelo tanto de los ejemplares capturados como de los lugares donde se produjeron los últimos daños. Estas muestras serán sometidas a un análisis genético para comprobar si los animales monitorizados se corresponden con los autores de los diferentes ataques observados en la zona.
La monitorización permitirá a los técnicos de la Junta seguir los pasos de los osos de forma precisa y actuar de inmediato si se aproximan a zonas habitadas. Las medidas aversivas consisten en el uso de pirotecnia o balas de caucho para generar una experiencia negativa en el animal asociada a su presencia en áreas urbanas, buscando así que evite estos lugares en el futuro.
La captura de estos dos ejemplares se enmarca en un programa de seguimiento y gestión de la especie que la Junta de Castilla y León desarrolla en toda la cordillera Cantábrica. Solo durante este último verano, se han instalado trampas para la captura de osos en 20 localizaciones de Alto Sil, 4 en la Montaña Palentina y 2 en la provincia de Zamora. Gracias a estos esfuerzos, se ha conseguido equipar con emisores GPS a un total de nueve ejemplares de oso en los últimos meses.
Con estas últimas incorporaciones, el número de osos capturados y monitorizados desde que la Junta inició el programa asciende ya a 30 ejemplares en total. Este seguimiento a largo plazo proporciona datos de gran valor para comprender los patrones de movimiento de la especie y anticipar posibles conflictos.
Además del seguimiento directo de los animales, la administración autonómica ha reforzado las medidas preventivas para proteger las propiedades y el ganado en las zonas oseras. Entre las actuaciones desarrolladas destacan:
Desde la Junta se recuerda a todos los ciudadanos la importancia de la colaboración ciudadana. En caso de observar un ejemplar de oso pardo en zonas urbanas o cercanas a los pueblos, se debe dar aviso inmediato al teléfono de emergencias 112. Según explican, estos avisos tempranos son cruciales para que el personal especializado pueda intervenir rápidamente, aplicar las medidas disuasorias y evitar que los osos se habitúen a los recursos de origen humano.
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