La Jornada de las Telecomunicaciones de Castilla y León, celebrada este 1 de octubre, pone el foco en el avance de la comunicación cuántica. El Centro de Supercomputación de Castilla y León (SCAYLE) y su superordenador 'Caléndula' se posicionan como piezas clave en la investigación y desarrollo de esta tecnología, gracias a una reciente inversión de 6,2 millones de euros que ha multiplicado por diez su capacidad.
La Jornada de las Telecomunicaciones de Castilla y León se celebra este miércoles, 1 de octubre, con la comunicación cuántica como uno de sus ejes principales. El evento, organizado por la Universidad de Valladolid y la Asociación de Ingenieros de Telecomunicación de Castilla y León (AITCyL), sirve como antesala a la XXII Noche de las Telecomunicaciones y cuenta con la participación de figuras destacadas del sector tecnológico regional.
En este marco, el viceconsejero de Transformación Digital de la Junta de Castilla y León, Luis Enrique Ortega, ha participado en el encuentro, subrayando el papel estratégico que la administración autonómica otorga a la innovación y el desarrollo tecnológico. La jornada se consolida como un punto de encuentro fundamental para analizar los retos y oportunidades que las nuevas tecnologías presentan para el futuro de la comunidad.
El debate se ha centrado en cómo las infraestructuras tecnológicas avanzadas de la región pueden impulsar la investigación y su aplicación en diversos campos, desde la inteligencia artificial hasta la biomedicina, posicionando a Castilla y León como un polo de referencia en el ámbito digital.
El Centro de Supercomputación de Castilla y León (SCAYLE), dependiente de la Consejería de Movilidad y Transformación Digital, emerge como un actor fundamental en el desarrollo de la comunicación cuántica. Según detallan desde la Junta, SCAYLE colabora estrechamente con la Universidad de Valladolid para impulsar proyectos de investigación de alto impacto, aprovechando la capacidad de su superordenador ‘Caléndula’.
En 2024, este superordenador vio multiplicada por diez su potencia de cálculo gracias a una inversión de 6,2 millones de euros por parte del gobierno autonómico. Esta mejora sustancial ha permitido a la infraestructura abordar retos científicos y tecnológicos de mayor envergadura, consolidando su posición como una herramienta esencial para la comunidad investigadora.
La ampliación de la capacidad de ‘Caléndula’ no solo beneficia a la investigación teórica, sino que tiene un impacto directo en la sociedad. La posibilidad de realizar miles de experimentos científicos simultáneos mediante simulaciones acelera notablemente el progreso en áreas críticas. Entre sus aplicaciones más destacadas se encuentran:
Además de la biomedicina, el superordenador es una pieza clave en proyectos relacionados con la inteligencia artificial y el análisis de cálculo intensivo, abriendo nuevas vías de innovación para empresas e instituciones de Castilla y León.
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