Los educadores sociales de Castilla y León reclaman su espacio en las políticas sociales en su día internacional

Este jueves, 2 de octubre, se conmemora el Día Internacional de la Educación Social, una jornada dedicada a visibilizar y poner en valor una profesión fundamental para la cohesión y el bienestar de la sociedad. En este marco, el Colegio Profesional de Educadoras y Educadores Sociales de Castilla y León (CEESCYL) ha lanzado un manifiesto para subrayar la importancia de su labor y reivindicar el lugar que le corresponde.

Desde la organización colegial se destaca que la fecha representa una oportunidad clave para fortalecer la identidad del colectivo. La Educación Social, como disciplina y profesión, desempeña un papel crucial en la construcción de derechos y el acompañamiento a personas y colectivos en situación de vulnerabilidad, siendo un pilar en el desarrollo de comunidades más justas e inclusivas.

El comunicado emitido por CEESCYL pone el foco en la necesidad de que las administraciones y la sociedad en general reconozcan la especificidad y autonomía de estos profesionales. El objetivo es claro: consolidar un sector que trabaja directamente con la realidad social para transformarla y mejorarla.

Una llamada a la acción por la dignidad profesional

El manifiesto de CEESCYL subraya que "hoy más que nunca es el momento de reforzar nuestra identidad profesional, de reclamar nuestro espacio en las políticas sociales y de defender la dignidad de quienes trabajan construyendo derechos". Esta declaración de intenciones busca movilizar tanto a los propios profesionales como a los responsables políticos para que se tomen medidas concretas.

La entidad insiste en que la Educación Social es una profesión con identidad, autonomía y dignidad propias, y su papel no debe ser diluido ni confundido con el de otras disciplinas. Se trata de un campo de conocimiento y acción con metodologías y objetivos específicos que requieren un reconocimiento formal y efectivo en todos los ámbitos de intervención.

Puntos clave de la reivindicación

El documento difundido por el colegio profesional de Castilla y León se articula en torno a varias ideas fundamentales que definen la situación y las aspiraciones del sector. Según se detalla en el texto, las principales demandas son:

• Reforzar la identidad profesional: Consolidar el reconocimiento de las competencias y el perfil del educador y la educadora social como un agente de cambio indispensable.
• Reclamar un espacio en las políticas sociales: Exigir una mayor presencia y participación en el diseño, implementación y evaluación de las políticas públicas que afectan a la ciudadanía.
• Defender la dignidad de los profesionales: Luchar por unas condiciones laborales justas y un reconocimiento que esté a la altura de la responsabilidad y el impacto social de su trabajo.

En definitiva, el manifiesto de CEESCYL para este Día Internacional de la Educación Social es un recordatorio contundente de la importancia de una profesión esencial que, a menudo, permanece en un segundo plano a pesar de su impacto directo en la vida de miles de personas.