Castilruiz acogerá una explotación de 5.100 cerdos tras recibir la autorización ambiental definitiva

La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Castilla y León ha concedido la autorización ambiental para la ampliación de una explotación porcina en el término municipal de Castilruiz. La resolución, publicada este miércoles 8 de octubre en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl), permite a la empresa titular, Rumaher SC, incrementar su capacidad de forma significativa.

Esta decisión supone una modificación sustancial de la autorización original, que databa del 6 de octubre de 2014. El proceso administrativo para esta ampliación se inició el 13 de febrero de 2020, cuando la sociedad cooperativa presentó la solicitud formal, acompañada del proyecto básico y el correspondiente Estudio de Impacto Ambiental.

El expediente ha culminado tras superar diversas fases, incluyendo un periodo de información pública en junio de 2020 durante el cual no se presentaron alegaciones. Asimismo, se recabaron informes de múltiples organismos, como el Ayuntamiento de Castilruiz, la Confederación Hidrográfica del Ebro y diversos servicios territoriales de la Junta en Soria, culminando con la Declaración de Impacto Ambiental favorable emitida en enero de 2025.

Ampliación autorizada

La modificación aprobada permite a la explotación ganadera sumar 2.396 nuevas plazas para cerdos de cebo a las 2.704 ya existentes. De esta forma, la capacidad total de la instalación se elevará hasta las 5.100 cabezas. La granja se ubica en las parcelas 10.651 y 646 del polígono 3 de Castilruiz.

Según detalla la resolución, la ampliación proyectada supera por sí sola los umbrales de capacidad establecidos en la normativa de prevención y control integrados de la contaminación, motivo por el cual ha sido tramitada como una modificación de carácter sustancial. El titular dispone ahora de un plazo de cinco años para iniciar la actividad objeto de esta modificación.

Condiciones ambientales y de gestión

La autorización ambiental establece un riguroso condicionado para garantizar la protección del medio ambiente y la correcta gestión de la actividad. Entre las medidas más destacadas se encuentran:

• Gestión de estiércoles: Se establece un sistema mixto. El 70% de las deyecciones se destinará a una gestión externa en una planta de biometanización, mientras que el 30% restante se valorizará para uso agrícola tras aplicar técnicas de reducción de nitrógeno.
• Protección de aguas: La instalación deberá contar con un mínimo de tres piezómetros para el control de las aguas subterráneas, uno aguas arriba y dos aguas abajo, para detectar posibles fugas. Las balsas y estercoleros deben garantizar su total estanqueidad e impermeabilidad.
• Emisiones a la atmósfera: Se imponen medidas para reducir las emisiones de amoniaco, polvo y olores. Las nuevas balsas de purines deberán contar con sistemas de cubrición que reduzcan las emisiones en, al menos, un 80%.
• Plazos y control: El promotor deberá comunicar el inicio de la ejecución del proyecto. La Declaración de Impacto Ambiental perderá su vigencia si en un plazo de cuatro años no han comenzado las obras.

La resolución integra en un único texto todas las prescripciones en materia de emisiones, gestión de residuos peligrosos, protección de suelos y aguas, y las conclusiones sobre las Mejores Técnicas Disponibles (MTD) para la cría intensiva de cerdos, asegurando un marco regulatorio completo para el funcionamiento de la explotación ampliada.