Latorre aprovecha el Día del Pilar para zanjar la polémica sobre la inmigración en Soria: "Es una necesidad vital"

Por fin, un discurso en el que se dicen cosas. Habitualmente las alocuciones de representantes públicos en actos oficiales pasan sin pena ni gloria entre el respetable. Este 12 de octubre se esperaba lo propio de las intervenciones por el acto de la celebración de la patrona de la Guardia Civil en Soria, pero afortunadamente no ha sido así. Las palabras del Subdelegado del Gobierno, Miguel Latorre, estaban pensadas y resultaban más oportunas que nunca.

La referencia de Latorre a un inmigración que "no es un problema de seguridad ciudadana, sino un motor de desarrollo y oportunidad de futuro" ha generado un notable eco entre los asistentes en un momento de particular sensibilidad social en la capital, pues llegan después de que una pelea en 'La Zona' arrancase una polémica que sigue resonando a día de hoy.

Aunque los discursos oficiales suelen evitar temas que puedan generar controversia, la intervención de Latorre ha sido, bajo mi punto de vista, valiente por abordar una realidad compleja, en un claro intento por contextualizar y llamar a la reflexión. No se puede obviar que también es un mensaje directo a alguno de los presentes en la tribuna de autoridades, a quienes se ha referido apunta que "creen que atacando la reputación de nuestra tierra obtendrán réditos electorales".

Latorre ha señalado que en lugares como Soria, "donde la despoblación nos desafía cada día", la inmigración es una "necesidad vital". Ha agradecido a la sociedad soriana su papel "frente a aquellos que realizan manifestaciones y relacionan inmigración con delicuencia". Ha expresado que "todas estadísticas, vengan de donde vengan, nos dicen lo mismo" y esto es que "España es uno de los países más seguros del mundo y esta provincia es uno de los territorios más seguros del país" con una tasa de criminalidad "10 puntos por debajo de la media nacional".

Las caras de los presentes durante el discurso eran un poema. Se han visto miradas de reojo y a quien prefería levantar la vista al cielo sabiéndose más observado que nunca. Ha merecido la pena, como periodista, asistir a un acto que normalmente está cargado de emoción, pero este 2025 también lo está de actualidad informativa.