Se llevan el premio de San Esteban de Gormaz con una calabaza de 165 kilos. Mari Paz Larrén y El Copón Junior ganan los premios a las mejores presentaciones.
San Esteban de Gormaz ha celebrado este domingo su tradicional concurso de calabazas y el resultado ha sorprendido a propios y ajenos. La pieza ganadora en la categoría de 'Más grande y más gorda' ha alcanzado los 165 kilogramos, convirtiéndose en la protagonista indiscutible de una jornada que ha reunido a cerca de una treintena de participantes y que demuestra, año tras año, su poder de convocatoria.
La duodécima edición del certamen, organizado por la Coral Villa de San Esteban, ha confirmado que la cita es ya obligada del otoño sanestebeño. El evento combina la competición hortícola con la creatividad vecinal. Según ha explicado Sandra Martínez, del Ayuntamiento de San Esteban de Gormaz, la acogida ha sido excepcional. "Cada vez participa más gente", ha afirmado, describiendo la atmósfera como "una mañana de domingo muy bonita, muy entretenida".
El concurso se estructura en dos modalidades paralelas que permiten la participación de todo tipo de público. Por un lado, la competición principal busca la calabaza de mayor tamaño, cuyo peso se determina en una báscula ante la expectación de los asistentes. Por otro, una categoría a la 'mejor presentación' premia la originalidad, donde los vecinos decoran calabazas o crean composiciones artísticas con ellas. Como novedad, este año se ha incluido una sección infantil en esta modalidad, fomentando la participación de los más pequeños. Mari Paz Larrén y El Copón Junior han sido los vencedores con coloridas y bellas creaciones.
En total, la edición de este año ha contado con la presentación de 26 propuestas entre ambas categorías. Diez de ellas han competido por ser la más pesada, mientras que dieciséis han optado al premio a la mejor presentación, lo que evidencia el gran interés que suscita la vertiente más artística del certamen.
El punto álgido de la jornada ha llegado con el pesaje de la calabaza ganadora. La báscula ha marcado unos impresionantes 165 kilogramos una cifra que ha generado admiración entre los presentes. Antonio y Pedro demostraban, con un dato objetivo, y podrán presumir de que la suya sí es la más grande y gorda de todas.
Este dato no solo pone de manifiesto la habilidad de los hortelanos de la zona, sino que también sitúa el listón muy alto para futuras ediciones. El concurso de calabazas de San Esteban de Gormaz ha cerrado así una de sus ediciones más memorables, dejando una imagen imborrable: la de una calabaza gigante que ya forma parte de la historia popular de la villa.
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