El secreto escondido en los pilares del puente de Almazán que habla de las bondades de la madera de Soria

La restauración del puente medieval de Almazán permite comprobar algo de lo que ya se presumía en Soria, las bondades constructivas de la madera. Jesús Cedazo, alcalde adnamantino, reconoce que esta obra, de 2,5 millones de euros, ha supuesto un "enorme desafío técnico y político", pero se muestra más que satisfecho con el trabajo de la empresa adjudicataria, experta en construcciones históricas. "De forma pausada y respetando el monumento, se han tirado los contrafuertes postizos y han aparecido los aliviaderos para recuperar la imagen de puente medieval que se había perdido durante años", ha explicado.

Con el forjado ya instalado, el siguiente paso será colocar una plataforma volada por la que discurrirá el tráfico, permitiendo que la imagen aguas arriba sea la de la estructura original del siglo XII. Una vez finalizada la obra, algo que sucederá a comienzos del próximo año si se cumplen las previsiones, el tráfico pesado quedará prohibido y se desviará por la circunvalación para salvaguardar una infraestructura única.

El secreto en sus pilares

Cedazo confiesa a Soria Noticias el secreto que se esconde en los pilares de este puente medieval. La restauración y rehabilitación de la infraestructura ha permitido comprobar algo de lo que ya se presumía en Soria: las bondades constructuvas de la madera. Cuando avanzaron los trabajos y salieron a la luz las entrañas de los pilares que dan soporte al puente se descubrió que todavía "permanecían intactas" las estructuras de madera que se construyeron a su alrededor para darles forma. Estas resisten desde el siglo XI protegiendo los pilares del paso del tiempo.

Y es que la madera de pino de Soria es mucho más que un recurso forestal es un material que ha acompañado la historia constructiva de Castilla desde hace siglos. Procedente principalmente del pino silvestre (Pinus sylvestris) que crece en los montes de Pinar Grande, Covaleda, Duruelo de la Sierra o Navaleno, esta madera destaca por su resistencia, estabilidad y durabilidad, lo que la convierte en un referente nacional en carpintería, estructuras y construcción sostenible.

Desde la Edad Media, los pinares sorianos han abastecido de madera a talleres y arquitectos de medio país. Su calidad era tan reconocida que parte de los troncos seleccionados se transportaban a través del río Duero hasta Aranda, Valladolid o incluso Sevilla, donde se empleaban en astilleros y edificaciones reales. En documentos del siglo XVI ya se menciona la “madera de los pinares de Soria” como una de las más apreciadas de la Corona de Castilla.

Hoy, esta tradición continúa viva. La gestión forestal sostenible de los montes públicos, certificada por sellos como PEFC o FSC, garantiza que el aprovechamiento maderero se realice con criterios ambientales y sociales. La madera de pino soriano es muy valorada en bioconstrucción, estructuras laminadas, revestimientos interiores y muebles de alta calidad, gracias a su veteado fino y su capacidad para mantener la forma incluso en ambientes húmedos o fríos.

Además, su uso contribuye a reducir la huella de carbono frente a materiales como el hormigón o el acero, reforzando el papel de los bosques de Soria como sumideros naturales de CO? y motores de desarrollo rural.